A qué sabe la soledad
a un poema desahuciado,
a la angustia que se impregna
necia en unos labios rotos.
A silencio perpetuo
de unos días
que se abandonan
en el precipicio
de la mismísima locura.
La soledad sabe a violetas muertas,
agua estancada
en un florero de margaritas eternas.
A sepulcro balbuceando
de una tierra recién removida,
a un ataúd de cartón
porque no hay más madera.
El martes será la noche
con la Luna llena más hermosa
que hayan visto mis ojos,
no estaré solo
veremos en ceremonia
el crepúsculo.
Las aves volarán en un cielo
sin que nadie las moleste,
las tortugas desovan
en una playa desierta
como hace doscientos años.
En el mar
crecerán los peces como nunca,
estaremos muertos
como el cauce
que se refugia en coladera.
La soledad tiene silencio
extraño el inútil ruido
sin mi consentimiento.
Soledad con miedo
es el secreto,
sonrisa dormida
las montañas gritan verdes
a sus pájaros de colores.
Ya es la hora de atardecer
abrázame con el fulgor
de la última libélula.
Él Mute
05/04/2020.
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