He sido fiel testigo de cómo muchas personas son vestidas por la desdicha, como otras son gobernadas por el odio y desamor en sus entrañas.
He visto como la maldad carcome sus propios sentimientos y su propia mente solo construye la maldad.
He visto como sus ojos odian el amar de otros y las sonrisas y los éxitos ajenos los trasforman porque solo ellos deben ser el centro de gravedad.
He visto como se construyen fortunas y se crean grandes egos a costa del sufrimiento de los que no pueden ganar.
He visto como muchas almas no tienen su propia fuerza de voluntad para luchar por lo que aman y por lo que valen en verdad.
He visto cómo simplemente van dejándose dominar a cada momento sin mostrar un poco de dignidad.
He visto como de la noche a la mañana.
Todo nace, todo se construye, todo se circula y se trasforma en un abrir y cerrar los ojos.
He visto como en un parpadeo casi instantáneo todo un momento puede cambiar.
He sido fiel testigo del placer de otros al matar.
He visto como el amor verdadero no se compra, porque la verdadera lealtad no tiene un precio ni fecha de caducidad.
Podré sería un ingenuo soñador en un mundo que solo desata la irá y la desolación en cada momento que transcurre sin tan siquiera dudar.
Sin importarle un solo comino el esplendor que brilla ante sus ojos cada nueva mañana cuando sale el sol.
Podré ser un individuo odiado y solitario en un mundo que solo está lleno del bullicio insensible al sufrimiento y el dolor.
Podré ser solo un ser humano que se siente orgulloso de lo que de lo que con su testaruda pasión quiere cambiar.
Podré ser muchas cosas a la vez en un solo momento y como todos, distare mucho en ser un hombre perfecto y que nunca falla al actuar.
Podré ser eso y muchas cosas más.
Pero lo que sí soy es un ser que sobrevive a un entorno peligroso y que solo aveces te quiere ver llorar.
Soy un ser que puede lograr todo solo de una única manera y el odio derrotar.
Amándome al amar a aquellos momentos que son buenos y que el universo te da.
No dejaré pasar por alto aquellas sonrisas llenas de esperanza.
Me aferraré a lo que se debe amar.
Me sujetó fuerte a aquellos pequeños y sublimes actos de bondad.
Me aferro a una gran vida que puede ser muy placentera pero que es muy corta.
No pierdas él tiempo odiándote al odiar a otros.
Porque muy pronto te darás cuenta que la lucha vale más que la maldad.
Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
21/11/2015.