lunes, 28 de marzo de 2016

Una eterna fragilidad.





Somos frágiles ante el dolor de otros.
Nos duele la esperanza que se marchita con la muerte.
No hay ninguna firmeza ante un corazón roto.
Ni razones que sostengan la quietud ante la tragedia.

Somos imágenes momentáneas ante un universo en constante movimiento.
Y solo un breve suspiro ante el propio tiempo.

Somos diminutos recuerdos que quieren transcender ante las incontables experiencias de lo que ya no existe más en el ahora.
Eso es lo que somos hoy en el momento.
Mañana seremos nostalgia.
Un suspiro robado a la respiración que se rehúsa marcharse.

En un futuro seremos pasado.
Un segundo inmediato que duele por la eterna fragilidad ante lo que se pierde de nuevo.
Historias que se escogen y se escriben vez tras vez en el firmamento.

Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
28/03/2016.


viernes, 25 de marzo de 2016

Luna menguante.





Luna que observas silenciosa.
Con tu luz iluminas a la noche que se esconde en sus propias sombras.

Luna inamovible en un firmamento majestuoso.
Que como marca imborrable eres una ilusión a las vistas terrenales que te admiran.
Luna clamorosa que es fiel testigo del tiempo que es lo único seguro que avanza. 

Luna que destella energías y esperanzas.
Que quita a la oscuridad su velo nocturno.

Luna cómplice de los desvelos más sublimes y traicioneros.
Luna compañera de los caprichos más honestos.

Luna que observas silenciosa.
Fiel testigo del tiempo.

Luna azul cuyo menguante nunca se agota.

Luna llena que se oculta en las nubes de tu memoria rota.

Poesía 
Miguel Adame Vazquez.

26/03/2016.

jueves, 24 de marzo de 2016

El amor me une a ti.



No hay nada que mi rostro te pueda ocultar en este mundo.
Conoces cada milímetro de todos mis pensamientos.
Nunca he podido engañar a tu verdad.
Siempre fue la luz que ilumina entre nosotros un amanecer que nace con la gloria de las muchas historias que juntos en el universo hemos guardado.

Historias dignas de contar.
Historias de batallas ganadas y muchos sin sabores robados.

Siempre cada vez que un pedazo de mi corazón late lo hace con una sola fuerza.
La fuerza del amor que es guerrera en el combate de mantener nuestros caminos juntos.

Es cierto que son muchos los caudales inagotables de cariño el que de nuestros cuerpos ha brotado.
Y que no necesitamos anunciar al mundo entero por todo lo bueno y todo lo malo que juntos los dos hemos pasado.
Porque al final de la historia.
Sé que mi vida terminará siempre a nuestros caminos juntando.

Porque sé que con tu mano en mi rostro, siempre sabrás lo que mis ojos han hablado.
Nunca has necesitado escuchar mi voz para escuchar lo que siento.
Te basta escuchar mi interior en un suspiro revelador para saber cuánto te he amado.

Tú amas la música como yo amo las letras con una pasión de sonidos armónicos que son como energías sagradas.
Porque nuestro clan siempre ha sido fuerte.
Energía que es nuestra esencia.


Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
24/03/2016.






martes, 22 de marzo de 2016

A mi amado padre.


Las noches y los días se han sumado desde aquella vez que tu aliento se evaporó en un infinito.
Ya han pasado muchos atardeceres que uno a uno se han apagado delante de mis ojos.
Y muchos han sido los segundos que se han acelerado al paso del imperdonable tiempo que transcurre sin titubeos y distracciones.

Hoy estoy sentado en aquel lugar que tanto amabas.
No es un lugar que evoque a la nostalgia.
Nunca requeriste nada diferente que te hiciera especial o único.
Ese era tu secreto.
Secreto que a muchos hoy nos hace falta.

Escucho tu música.
Evocó los recuerdos de una infancia feliz al estar a tu lado.
Nunca comprendí como le quitabas al tiempo los momentos y los disfrutabas todos al escuchar las melodías que alegraban tu sangre.
Porque aquella música que te llenaba, era un seguro transporte a la tierra roja que te había visto nacer en el pasado.

Siempre tomaste el tiempo de un momento que nunca nos alcanza.
Y ahora  ese tiempo es imperdonable porque ya no más lo tienes.
Tiempo rencoroso que aletarga las pérdidas que siempre se sufren.
Y ahora soy yo quien quiere robar minutos al tiempo recordándote.

Las noches y los días se han sumado desde aquella vez que tu aliento se evaporó en un infinito
Y solo me resta escuchar tu música y evocar los recuerdos de un pasado que ya no existe.
Vuelves a vivir en una memoria que brinca alegre de jubiló cada vez que un corazón te extraña y te ama.
Hoy estoy sentado en aquel lugar que tanto amabas.
Muchos han sido los segundos desde que tu esencia se impregnó en el pasado que ya no más existe.

A mi padre amado.

Poesía
Miguel Adame Vazquez.
22/03/2016.





lunes, 14 de marzo de 2016

El tren del pasado, ya partió de nuevo.



Llevas un lustro encadenado a los recuerdos del tiempo.
No puedes redimir tú solo el pasado.
Ese tren que partió se fue llevándose todas las cosas que alguna vez fueron.

Ya no estás ahí con la nostalgia pasajera de un suspiro que se agota.
Ahora es otro momento inaudito,único e irrepetible.
Y no debes permanecer inmóvil.
Ya has callado muchas letras que se esconden testarudas en el silencio de un no lo quiero.
Debes agitar los brazos y moverte fuertemente como si quisieras liberarte de algo que te sujeta.
Debes fijar la mirada en un horizonte que promete.
Es muy cierto que es un mundo que desconoces.
Y que la sorpresa a veces trae enmascarada en su senda la desdicha.
Vale la pena recorrer el riesgo de un río rápido e indolente.
Ya no vuelvas la mirada atrás.
Nunca alcanzará tu mano a aquellas cosas que quedaron en el camino.

Camina de frente aunque tus pies trastabillen en el intento.
No mires los senderos luminosos que no te llevarán a ningún lado.
Respira hondo hasta que tus pulmones revienten alegrías.
Y sonríe  seguro aunque el entorno grisáceo no conciba tu nula melancolía.

Llevas un lustro soñando y construyendo puentes que no usaras en tu vuelo.
Es mejor volar que permanecer quieto.
Libérate.
Después de todo.
Qué puedes perder.
Si el tren del pasado ya partió de nuevo.

Poesía.

Miguel Adame Vazquez.
14/03/2016.






miércoles, 2 de marzo de 2016

Toma mi mano y enséñame.



Azul es el reflejo de tu alma que contempla el imponente océano tibio que te arropa.
Siempre ha estado ahí.
Viviendo de tus lealtades rotas.
Con un montón de heridas agrietadas por las huellas del tiempo.
Contemplando el único horizonte que te queda.
No importando en lo absoluto el silencio de tus memorias.

Sigues ahí creyendo en la divinidad del cielo.
Tus ojos observan lo que no comprenden.
Tus manos acarician la sonrisa nerviosa a flor de piel de tus más íntimos pensamientos.

Con el color púrpura de tus latidos a todo fulgor no sabes que hacer.
Sigues amaneciendo siempre dudando en lo que mejor sabes hacer.
Solo la propia existencia de tu esencia heredada por milenios pasados puede salvarte.
Toma mi mano y enséñame el azul de tu alma que te arropa en las dudas.
Y te enseñaré a dejar de vivir de las lealtades rotas.

Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
02/03/2016.





martes, 23 de febrero de 2016

Quisiera uno a uno romper tus miedos.



Escucho tu voz.
En un grito se ahoga el laberinto del desasosiego cada vez que tu corazón le habla.
Quisiera romper uno a uno tus miedos con un solo abrazo honesto y verdadero.

Pero no me queda otro camino que mirar las lumbreras de tus ojos que son tristes.
Y que como dos liebres espantadas y nerviosas corren despavoridas por el silencio que solo las aturde.

Son pocas razones que me quedan para no llorarte.
La angustiosa pasajera no ha dejando nada en el país que todo sucede.

Solo resta resignarse a lo posible para no terminar por perder el camino que deja la esperanza y las muchas ilusiones que al final son solo palabras y sueños sin suerte.

La oscuridad se asoma a donde nunca la llaman.
Y la luna se convierte en testigo del pasar de los mejores momentos que nunca vuelven.
La nostálgica siempre se vuelve taciturna y no es más que una cómplice de las historias tristes.
Siempre es así por más que lo niegues y no quieras voltear la mirada hacia adelante.

Es tan rápido y fugaz el tiempo que nos queda.
Que perdemos la conciencia tranquila en las cosas que brillan en el firmamento.
Es tan efímera la belleza de entregarlo todo.
Qué no podemos detenernos ni un segundo para abrazarnos de nuevo.
Son tantos los soldados caídos que sobreviven al dolor que no es ajeno.
Que no podemos perdonarnos de nuevo por algo que no pedimos tenerlo.

Quisiera romper uno a uno tus miedos con un solo abrazo honesto y verdadero.

Quisiera detener el tiempo que sigue su curso sin un solo parpadeo.
Y decirte que valió la pena la espera para poder amarte a ciegas y a tiempo.

Poesía 
Miguel Adame Vazquez.
23/02/2015.







miércoles, 17 de febrero de 2016

Aquel que lo tiene todo.



Pobres son aquellas almas vacías que no se llenan con el espléndido sentir del corazón.
Van como hojas de otoño cayendo sin mostrar la más mínima misericordia por lo que sus ojos que podrían ser gloriosos solo atinan ver pasar.
Van rodeados por la vida por muchos, pero en verdad están solos.
Porque llevan en su propia miseria su falta de honestidad.
Van buscando ansiosos señales en el cielo que les muestren un sendero para ellos poder caminar.
Van por la vida que es corta huyendo sin darse cuenta que la verdadera respuesta que afanosamente buscan, está esperando muy sola en su interior.

Van como aturdidos en un mundo que es vacío, agotando sus días estrepitosamente, porque los minutos que les quedan se acortan en el inmediatamente presente sin sesgar.

Ingenuos pensamientos que hacen de su plaza fuerte solo los placeres, y su refugio  su única verdad.

Cuanta razón tiene aquel cedro viejo cuando al pasar de los años es sencillo su andar.
Majestuoso es su esplendor que impone en su altura al recibir el rocio matutino y solo atina al dejarse acariciar.

Pobres son aquellas almas que están vacías y que no vacilan en sojuzgar a aquel que ya no le queda nada y que a la vez lo tiene todo.
Porque está completa su propia espiritualidad.

Poesía 

Miguel Adame Vazquez.
17/02/2016. 



sábado, 13 de febrero de 2016

El tiempo transcurrió brevemente.

El tiempo transcurrió brevemente.
Y como aquellos segundos incómodos que que se van diluyendo tu vida colapsó de repente.
Nada te dio el tiempo suficiente para poder distraer a la próxima muerte.
Ese destino es seguro cada que vez que el manantial de la vida deja de borbotear y se aleja de frente.

Fueron breves las memorias.
Y como imágenes robadas y ajenas al dolor profundo se esfumaron al no quedar ni un solo rastro de ellas.

El cuerpo se enfermó por tanto frío que la soledad lleva.
El tiempo calo a los huesos hasta que ya no importaban los caudales de amor vertidos en ellos.
Y solo quedó el dolor de la noche que oscurece ante la gloria que es pasajera.

Solo quedó el orgullo inocuo de una vida que no es plena.

Dejaste que tú brillo se apagara y se fuera la dicha que fue honrosamente ganada.
Fue el último instante que reíste desafiante por ella.

El tiempo trascendió rápidamente.
No debes de temer que se agote el reloj de arena que todos llevamos dentro.
Porque contarán las innumerables ocasiones que lograste amarte.
Contarán en el cielo que te observa callado.
Porque solo venimos a este mundo a poder amarnos.

No dejes que el tiempo transcurra sin historia.
Solo morirá el cuerpo, solo morirá la mente.
Tienes que lograr dejar algún recuerdo en aquellos que te quieren.


Poesía 
Miguel Adame Vazquez.
13/02/2016.

No dejes.

http://poesiasmigueladame.blogspot.com/2016/02/no-dejes.html


martes, 9 de febrero de 2016

La línea delgada que ven tus ojos.




Ojos que recuerdan su infancia.
Ojos que se aferran a un pasado que hace catarsis en un mundo que atrapa.
Ojos violentos que corren nerviosos entre los párpados que nunca se cierran.

Ojos firmes que nunca olvidan y que rehusan mirar hacia el otro lado.

Ojos que admiran la grandeza de un cielo que nunca se acaba y que implora descansar con una paz que no llega.

Ojos ciegos atrapados en un ciclo que nunca termina.

Ojos que soportan el frío que cala el alma a cada segundo.

Ojos que no miran, que no fijan su vista absoluta en nada.

Ojos que el miedo los tiene atrapados.
Ojos que lloran por la soledad que agrieta la calma.

Ojos que no ocultan el sufrimiento casi humano.
Ojos que callan un grito que ya no es más grito suyo.

Ojos rebeldes que ocultan las heridas, que luchan y nunca se venden.

Ojos oscuros que miran la paciencia que has tenido para poder respirar de nuevo.

Ojos que agrietan el amor interno.
Ojos malvados que sonríen ante tu sufrimiento.
Ojos testigos de la desdicha que es ya de mucho tiempo.

Ojos tristes que no ocultan la pena.

Ojos con dolor ajeno y conciencia plena.

Ojos maltratados y ausentes de sueños.

Ojos audaces, carentes de ego.

Ojos testigos de tus más bellos momentos.

Ojos que nacen cuando nació el propio tiempo.

Ojos que viven con el fuego adentro.

Ojos que aman y que no renuncian a lo hermoso que es poder sentir que estás vivo.

Ojos que rompen las cadenas que aún te atan.
Ojos que son ruegos de miradas que matan.

Poesía 

Miguel Adame Vazquez.
08/02/2016.


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Vivir para siempre

  A ninguna parte, nunca tuve tiempo para que las lágrimas llenaran el cielo. Confieso que se fue la vida en una pincelada de gaviotas y cie...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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