miércoles, 11 de enero de 2017

Quiero ser mi mejor legado.



Quiero ser como aquel sabio que ha ignorado todo aquello que solo le hace daño.
Que saca de su curso a lo que solo enferma y que poco a poco va consumiendo la esencia que es plena.

Quiero poder decir que imito al poderoso supremo.
Porque no me importa lo que digan y hagan aquellos que solo viven frustrados por lo que desean del otro.

Quiero ser recordando como un abrazo apretado, un consuelo magnífico.
O una lágrima que se escapa por un poema que en el interior ha calado.

Quiero poder tomar tu mano con mis letras y decirte con ellas que no estás abandonando.
Que solo basta siempre que te lo propongas y podrás lograrlo.

Quiero poder utilizar lo que me resta de esta vida para hacer feliz a los que me aman y me necesitan a su lado.

Quiero ser responsable del recuerdo perdido que paulatinamente llega como el mejor regalo.

Quiero ser ese lunático empedernido que con sus palabras surgió en tu mundo de la nada.

Pero qué tal vez con sus estrofas te ha dado más que un motivo para que lo intentes de nuevo.

Quiero ser ese amigo que no conoces de frente, pero que te inspira a continuar rebelde  con un montón de locuras divertidas a pesar de todos aquellos que no les gusta un final feliz en su historia.

Quiero ser aquel individuo que camina en solitario por un puente lleno de neblina.
Y que continua con paso seguro sin ningún temor o duda.

Quiero ser aquel que conoce el secreto.
No es más sabio quien más conoce, lo es  quien mejor aplica lo mucho o poco que ha aprendido de mirar lo que es bueno.

Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
11/01/2017.





martes, 10 de enero de 2017

Lo último que muere es la esperanza.





Más allá de la libertad y del deseo de querer conquistar al mundo.

Se encuentra la bendita esperanza.
Es ese deseo inaudito de esperar con paz que la oscuridad se vaya.

La esperanza está agazapada.
Esperando cautiva que llegue la calma.
Lucha seguro por ella, nunca te defraudará en lo absoluto.
Porque tuya es la pelea por la vida.
Nunca renuncies y arrojes tu espada.
Porque a pesar de que en muchas veces solo tropiezas y caes, las cosas que suceden pueden cambiar en un solo segundo.

Es muy cierto que no caerán manzanas del cielo.
Y que nunca de la noche a la mañana todos nuestros enemigos se evaporarán por arte de magia.
Pero si a diario pones fe en lo que crees y luchas fuerte para lograrlo.
Ganarás el éxito que es más que solo transcender brillando.
Dejarás historia, esa que nunca se olvida.
Porque lo último que muere es la esperanza.


Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
10/01/2017.






domingo, 8 de enero de 2017

Deja fluir para avanzar.






Nos hacemos adictos al dolor.
Nos ahogamos cuando el sentimiento de culpa simplemente nos impide respirar.
Quisiéramos poder abrir la garganta en un solo grito.
Pero con ello solo conseguiríamos herirnos.
Porque siempre eso será imposible en esta vida mientras las cosas se mantengan igual.

No podemos seguir intentando resolver la vida de otros.
Eso nunca llenará el gran vacío que tenemos en nuestro interior.
Porque para sanar debemos despertar.
Y tendríamos que desprendernos del apego falso que solo nos marca.

Reacciona y recupérate.
Nadie más lo hará por ti.

Porque tú no tuviste ninguna culpa.
Deja de cargar ese montón de lamentos que solo te doblarán la espalda.
Sólo conseguirás que te romperán en dos partes siempre desiguales.
Y no podrás unirlas de nuevo en un solo tierno abrazo.

Yo te creo, yo te perdono.
Porque por lo único que siempre fuiste culpable fue el tener una inmensa humanidad que se atesora.
Ahora en nuestro entorno eso es una joya preciosa.
Porque es un valor en exterminio en un mundo invadido por la falsedad.

Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
08/01/2017.


sábado, 7 de enero de 2017

Y con eso nos basta.



Solo conocemos los bordes de un camino que es inmensamente inmensurable.
Y en esa ignorancia eterna olvidamos escuchar a los susurros del universo.

Vamos confusos por querer plasmar nuestra ira con nuestros propios caprichos.
Y seguimos vagando solos frente a una oscuridad que gravita en horizonte inmediato.

Solo atinamos en seguir haciéndolo una y otra vez porque pensamos que es la única opción que nos queda para salvar a un corazón que a todo le teme.
Y continuamos odiando a una humanidad a la cual del todo desconocemos.

Seguimos hundiendo a todo aquello que es mejor solo porque no lo comprendemos.

Y preferimos con ello en seguir cortando a las flores silvestres del campo.
Siempre con la esperanza de que sus colores rebeldes podrán distraer a la mirada fija que hacia nosotros trasciende en el firmamento.

Olvidamos que algún día nos tendremos que tomar un descanso en donde el tiempo transcurre sin ninguna prisa.
Y solo en ese momento instantáneo abriremos bien los ojos.
Pero tal vez será ese momento demasiado tarde para poner atención a lo que nos queda de vida en la tierra.
Quizá fallamos por no querer recordar que es el conocimiento el que nos da el poder para dejar de seguir deambulando eternamente.

Seguimos viviendo sin agradecer ni una pizca a quien nos mantiene en la única memoria que reta a la muerte.
Lo ha hecho siempre sin renunciar al poder de ayudaros a superar nuestro legado estéril de historia.

Solo conocemos los bordes de los caminos de Dios.
Solo hemos oído un débil susurro acerca de él.

Es muy poco lo que podemos comprender de esa magnificencia.
Pero con eso nos debe de bastar para darnos cuenta que no hay nada mejor para nosotros mismos que el amor completo que nos otorgó.
Con eso nos basta.

Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
07/01/2017.


viernes, 6 de enero de 2017

Te fuiste dejando un gran vacío que nunca nadie más podrá llenar.





Te fuiste dejando un gran vacío que nunca nadie más podrá llenar.

No hace falta mucho para poder imaginar la verdad.
Es muy sencillo.
Lo sé porque la intuición no es una suerte que se hecha al viento esperando el éxito.
Cómo ocultar una tristeza disfrazada de cansancio.
O la resignación innegable de lo que es más que obvio.
Es fácil pedir que ignore el pasado y siga de frente como si no pasara nada.
También es poca cosa el poder actuar como si no extrañara tu mirada.

Fue muy cruel que te vistieras de una imagen desprotegida.
Porque con ello mis suspiros te soñaron rogándome que una vez más te perdonará.

No sé cómo logré simular que el tenerte a mi lado con una indiferencia abismal era de lo más cotidiano.
Mentí.
Porque por dentro fui muriendo poco a poco al solo pensar en ti.
Mi cuerpo no encontró otra forma más barata que llorarlo.

A quien quiero engañar.
Sé que mis ojos son el vivo reflejo de una alma que sufre.
Mis ojos no saben mentir.
Piden a gritos mudos que alguien más los quiera.
Pero esa ayuda que tanto anhelo parece una espera eterna que nunca llega.
Y solo atino a regresar como siempre a la misma historia que no culmina.

Tú cargarás por siempre con el peso de no haber luchado por un amor que es más que sincero.
Y ese será tu lastre que te condenará a una soledad estéril por el resto de tus días.

Tus palabras fueron necias.
Tu corazón siempre estuvo en otro lado.

Te fuiste dejando un gran vacío que nunca nadie más podrá llenar.
Te llevaste contigo parte de mí, ese momento incómodo cuando alguna vez nos amamos.

Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
06/01/2016.

A todos aquellos que deben soltar para poder ser libres.






martes, 3 de enero de 2017

Aunque sea lo último que alcances a escribir.



Oculta tras el sigilo de una noche húmeda y nebulosa.

Está tu obstinada fascinación lacerante por escribir.
No te preocupes por la dureza del abandono de la luz del día.
Tampoco te importa la ineludible posibilidad de que nadie te lea y comparta tu sentir.

Para ti es una fácil salida para armar el rompecabezas de tu vida.
Tú solo has escuchado a tu voz interior y este ha sido el camino que quieres seguir.

La historia que narras habla por sí sola.
Son muchos los suspiros que de un sueño de fantasía quieres compartir.
Eres un trotamundos que divaga del otro lado de las letras y que ama la verdad de cada  palabra oculta.
Son versos fuertes los tuyos, que desgarran el alma.
Que con la fuerza descomunal de su lírica hacen tambalear hasta a el más insensible o al más soñador.
Ya no te ocultes tras el sigilo de una noche húmeda y nebulosa.
Muestra al mundo tu obstinada fascinación por escribir las palabras que otros solo se atreven a leer.
Y escribirás la novela de tu vida.
Aunque sea lo último que alcances a escribir.

Poesía 
Miguel Adame Vazquez.
03/01/2017.



domingo, 1 de enero de 2017

No puedes engañar a quien conoce la verdad.



Escupes mi nombre solo porque piensas que son demasiadas buenas las cosas que hago para ser verdad. 
Crees que detrás de esa cara hay solo una máscara que oculta la verdadera identidad.
Que realmente soy un lobo oscuro cazando almas incautas en el universo caudal.
Que bebería estar más que muerto entre la escoria que desborda a la humanidad.
Que mi memoria debería ser olvidada para siempre de la faz de la historia de una tierra que me vio nacer.
Que el recuerdo de la memoria que me observa debería ser más que borrada.

Es cierto que siempre he estado muy lejos de ser un ser perfecto.
No hay un día en el cual mis imperfecciones heredadas de la primera pareja humana no se asomen en mi vida.
Pero no soy tu espejo.
Nuca lo fui y nunca lo seré.

Desde pequeño aprendí a observar y escuchar.
Cuál esponja que absorbe el agua voy rodeándome desde que tengo memoria de seres humanos maravillosos.
De ellos he aprendido a amar, a perdonar, a abrazar a los otros.
A creer en que algo mejor nos espera en un futuro.
Llevo muchos años copiando su vivir, su andar como personas sabias y sanas.
Son muchos y son padres y son hijos.

¿Me he extraviado?
Me extravié más de una vez.
En esa fatal oscuridad te conocí.
Y no seguí las lecciones que mis padres me habían inculcado.
No me aleje de ti en el debido tiempo.
Y muy tarde comprendí que solo era una presa fácil.
Uno a uno como la carnada ideal recibí los golpes mortales de tus garras.
En el suelo.
Muy abajo.
Arrastrándome en mis lamentos comprendí que yo solo erré.
Y mi error fue erosionado poco a poco mi vida como una estaca clavada en el pecho de la inacción.

Pero en la absoluta oscuridad de las tinieblas en las cuales yacía desconsolado solo alcance a ver la luz.
Solo bastaba con seguir lo que alguna vez había aprendido para encontrar otra vez la salida.
Y el amor de los míos me salvó.
Fui rescatado porque muchos de ellos son unos verdaderos guerreros.
Otros más son vigías.
Otros solo saben enseñan a amar.
Ahora soy libre, porque del yugo del que obra con cobardía me he librado. 

Sé que seguirás escupiendo mi nombre solo porque piensas que con ello puedes engañar a todos.
Pero son demasiados para poder engañar.
Ellos conocen desde que tienen memoria mis pasos.
No puedes engañar a quien conoce la verdad.

Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
02/01/2017.




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Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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