lunes, 8 de enero de 2018

Nunca más un migrante furtivo



Patria es el amor que fundó mi entusiasmo
en una plegaria invasora de ilusiones lejanas,
así es mi tierra negra y húmeda
con el silencio de verme lejos del fuego
que me parió en sus entrañas.

Bajé a la otra orilla en un barquito de papel
donde llegue a un puerto seguro
ocultando ojos tristes con los sentimientos ahogados
aquí están mis escombros
bajo el sudoroso pan que en la lejanía me he ganado.

Aquí encontré a los héroes que cambiaron mi historia
con la esperanza ganada y la vieja historia perdida,
aquí el sol ya no calienta lo mismo
mis lágrimas se secaron en el olvido,
soy un inmigrante de ultramar y renovada conciencia.

Que vive en un refugio de estrellas y bellos ríos
que ya no le duele más una espalda cansada,
la comarca quedó en el recuerdo que siempre se añora
en la fuerza del perpetuo canto del ave dorada
que me abraza en esperanza para forjarme la vida.

Soy un inmigrante de piel morena y pies descalzos
que encontró en el nuevo horizonte
un oasis de semillas y grandes montañas,  
en donde el viento acaricia a mi memoria
con el amor de un nuevo refugio que guarda.

Mis hijos nacerán sin hambre y sed que mata
donde el fuego volará sin dejar rastro y estela,  
moriré sentado en el limo,
contando las cuentas del ámbar de mi collar favorito
mi recuerdo ya no será un pasado furtivo.

Poesía
Miguel Adame Vázquez.
08/01/2018.


domingo, 7 de enero de 2018

Amo la noche



Amo  la noche
en ella las lágrimas son más que un páramo desierto,
no importa que el arcoíris se esconda
en un rincón de mi memoria   
la noche sabrá despertar del sueño a la bella aurora.

La noche olvida a los ruidos que aturden la calma
no le importa los nombres, tampoco le importa los apellidos,
en la oscuridad cualquier luciérnaga
es un rayo luminoso
que se olvida del velo de lo que es presuntuoso.

Amo  la noche
en su inmaculado descanso
que se suspira sin ningún reproche,
en donde reposan profundamente
todos los pensamientos  que huyen de lo vano.

La noche es placer y agonía,
un poema que huye con locura,
un ruego que suspira
con la fragilidad que trae la propia vida,
la noche también puede ser un sin fin de historias que siempre nos fatigan.

Amo la noche
en ella siempre recuerdo
a esa tristeza que nunca se destierra,  
la melancolía  nunca será la última miseria
de esa estrella que cayó de noche y nunca será más mía.  

Poesía.
Miguel Adame Vázquez
07/01/2018

https://poesiasmigueladame.blogspot.mx/2018/01/amo-la-noche.html?m=1


"Amo la noche", un poema de MiguelAdame via @poemame_poesia http://poemame.com/story/amo-la-noche

sábado, 6 de enero de 2018

Es tiempo todavía



Es tiempo todavía
de leerte entre mis sombras y descifrar tu hastío,
de recordar tu rostro borroso
en una palabra que no se resigna.

Es tiempo todavía
de caminar de puntillas
para no despertar por el odio
del quien nunca te mira.

Es tiempo todavía
porque nunca soñaste con la muerte
solo pediste perdón por los brazos negados
y las ofensas continuas.

Es tiempo todavía
de recordarte esa imagen querida,
entre los años que se duermen
en un antiguo invernadero de rosas marchitas.

Es tiempo todavía
de filtrar las miradas, donde todos caminan
en donde nadie se detiene, porque todos avanzan
hasta el final de sus días.

Es tiempo todavía
de recoger las hojas caídas
de un insólito invierno
de caricias curtidas.

Es tiempo todavía
de consolarte con hechos
y no con mentiras
de desvanecer con besos las cicatrices heridas.

Es tiempo todavía
de amortiguar el peso con menos remordimientos,
de continuar con el paso ahora lento
y detenerme a aceptar lo que verdaderamente siento.

Es tiempo todavía
de sujetar tu mano curtida por tanto sufrimiento anegado
en una oscura soledad infinita
por las escasas sonrisas de tu sequía.

Es tiempo todavía
de arrojarte un manojo de risas
de arañar la pesadumbre
de ignorar las apariencias que engañan malignas.

Es tiempo todavía
de ignorar los rencores
y como con las pequeñas heridas
ponerles saliva.

Nunca será demasiado tarde
para ver los colores pasteles
de un lienzo perfecto
de toda una vida.

Poesía
Miguel Adame Vázquez.
06/01/2018.

Con cariño a una amiga
que ha luchado con éxito
un montón de batallas
unas ganadas y otras pérdidas
pero que no se raja.

Malú.

jueves, 4 de enero de 2018

Cada vez que te amo.



La noche finge ser un mar sediento de sangre
aniquilando los límites 
que son prisioneros
de una furiosa herida 
que nunca se conforma con el paso del tiempo.

Ahí he caído en la implausible prueba 
que precipita la ruina 
de un pensamiento que desvaría
en los desvelos vacíos 
de un silencio obeso 
por de tanto callar lo que se niega adentro.

He aprendido tanto del llanto sin fondo
del corazón ausente desde su nacimiento,
de la pesadumbre que espía 
a las faltas del diario
de una conciencia impaciente
por el desierto que habita en el grito prometido 
desnudo por tantos momentos.

¿Cuándo fue la última vez que fingiste ser estela 
en un cielo furtivo lleno de estrellas?
los pensamientos siempre son prisioneros 
de una luz hermosa que en toda la noche 
añora poder ser un infinito
que solo escuche a lo lejos el ladrido de un perro.

He roto el silencio con la nostalgia
esa que en la vida fluye 
regando los tallos 
de un tiempo impaciente,
la memoria tiene una insensata fijeza
que siempre nos encuentra
un vacío casi instantáneo
que silencia a los versos
cada vez que no hablo.

Esta noche la protesta será un garabato
que dibuje tu nombre cada vez que te amo.


Poesía
Miguel Adame Vázquez.
04/01/2018.

miércoles, 3 de enero de 2018

Imponente universo



Existir como un ente, colapsará este mundo
vidas en paralelo, mártires de emoción
que solicitan amor, triste persecución
individuos que intuyen, esencias que fecundo.

Quiero ser universo, sin un fin vagabundo
constelación brillante, inalcanzable pasión
que alimenta mi esencia, absoluta redención
los suspiros soñados, amantes de un segundo.

Estrellas que fugaces, viven en cada noche 
Iluminando fuerte, con las constelaciones 
Sin contemplar el tiempo, sin ningún gran reproche.  

Viviendo soles grandes, observando emociones 
sin titubeo feroz, que simule derroche 
construyendo amor puro, volando sensaciones. 

Poesía 
Miguel Adame Vázquez

03/01/2017.

Soneto clásico Alejandrino.

Esencia a la deriva.



El tiempo siempre cambia todas las formas de poder ser libres
confundiendo a las palabras para nunca encontrar el punto de partida
solo viviendo bajo la sombra de un recuerdo,
cautivando a los secretos para que no encuentren la salida.

La imagen de la esencia nunca se volvió instantánea
ante la nitidez de los versos,
nunca fue puro el revuelo para abrumar el vacío en lo que siento
la existencia nunca pudo contener en un instante el goteo del tiempo.

Nunca seré como esas nubes que vagan a la deriva,
siempre preferí estar atado al viento en un inmenso cielo
desvaneciendo las espinas que maltratan al cuerpo,
sujetándome fuerte a un oasis de mi pensamiento.

Quisiera poder encontrar a una esencia
que no se marchite al contemplar mis fracasos
y que viva de las dichas de un espejismo perplejo,
pero siempre gana la luz de ese borroso y real espejo.

He fabricado con demasiada alegría
un mar de aventuras escritas,
no me arrepiento de nada
pues he curtido mis historias con un amor verdadero.

La esencia siempre imita a la esencia de otros
trasluciendo verdades, a veces vendidas por un bajo precio,
sin tan siquiera obteniendo un simple te quiero
mendigando por unas cuantas miradas que nunca sabrás si saben que es vivir una vida.
Cada minuto que consumo al respirar sin darme cuenta de ello
me pesa la inconciencia que voy borrando a cada momento
con la esencia nítida de lo que hasta ahora construyó mi cuerpo,
desaprobando mi deserción de los sentidos opuestos.

Mi nombre aprieta el paso siempre sabiendo que el tiempo no es ciego
se ha llenado muchas esencias marchitas,
solo espero que antes que se interese por tomar de la mía pueda contemplar consumada mi vida.

Quiero ser esa esencia tan pura
como esa flor que es sostenida
con un puñado de tierra árida y fría
nunca seré como esas nubes que vagan perdidas a la deriva.

Poesía
Miguel Adame Vázquez.
03/01/2017

lunes, 1 de enero de 2018

En los sueños nadie muere



Te quise impresionar nuevamente
con un patético vacío interior,
para que pudieras imaginar lo que siento
y galopar tal vez conmigo
en un segundo sufrido y lento.

Me preguntas si la locura
es una enfermedad
o es un don del cual,
como si fuera posesión se hereda,
me pregunto que sentiras
cuando recitas en silencio
cada uno de mis pensamientos.

Sí se hereda la locura,
es como el tono de color de los ojos
que se brinca algunas generaciones
en su capricho para cambiar
su mirada vacilante y fria.

Llegó la inundación llevándoselo todo,
otra vez nadie me creyó y no hicieron nada
cuando vieron que se acercaba la ola con furia y estruendo,
te quedaste inerte muchos segundos
solo pudiste seguir mirando,
era como si a esa maravillosa manifestación
de la naturaleza la deberías contemplar
sin saber si era lo mejor
que correr o cerrar los ojos,
te quedaste a esperar como el lodo de la infamia
inundaba tu baúl de recuerdos presentes.

Me abrazaste con tanto amor
que te desconocí al verte,
el frío nunca a dejado de ser un aliado
en la estrategia de tenerte,
aun me duele el estomago
con tan solo recordar la idea
de cada mañana poder perderte.

Quisiera poder guardar silencio,
pero me traicionaron las ganas
de tener un poco de esa fama vacía
de un  bullicioso incipiente,
son solo abrazos vacíos de mi propio inconsciente.

Es cruel decirlo,
tan solo pensarlo se repudia
el saberlo me deja con la sensación
de sentir lo que piensas
con una voz tan baja
que cualquier ruido me atraganta.

Prefieres esconderte
en un closet oscuro,  
como si el dormir ahí te protegiera
de un pasado muy presente,
te defiendes muy bien lo reconozco,
pero temo que esos gritos en defensa
solo serán un pretexto más para atacarte,
si tan solo aprendieras a ignorarlos
y pasarás de frente sin mirarlos
no serías carnada de un ataque que duele.

Duerme,
que el dolor en tus ojos
solo será una historia de horror
que quiere tenerte,
nunca más enfermarás de una muerte insegura,
eres joven y la vida es para ti  
más que una promesa segura.

Ayer cayó aguanieve
en un cielo estrellado,
y la luna era tan naranja
que simulaba ser un sol de medianoche,
nunca es desanimado tarde
para en la vida no conformarse
con un intento estéril de sentir el rocío
de una sensación desilusionarse.

Me quisiste impresionar como última medida
de una locura desmedida,
pero solo se hereda el calor de un amor sincero,
duerme tranquila
y no te escondas en tus sueños,
que el soñar nunca duele,
nunca dolerán las heridas
cuando el amor crece.

Quisiera poder guardar silencio esta noche
así que dormiré para soñar y cerrar los ojos,
en los sueños nadie muere.

Poesía  
Miguel Adame Vázquez.

01/01/2018.


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  Otra vez silencio cuerpo ciego al borde del universo. Verso sin la fábula que arde vientre que apenas sabe vivir, la tierra se hunde sin t...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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