“El Perdón”
Perdóname, flor dormida
fragancia de jazmín y rocío,
la muerte pasó sin guarida alguna.
Hoy ando sin brújula, sin rumbo fijo
encuentro mi camino en tus ojos,
en tus sueños y razones
en el perdón de un regalo divino.
Mi vida rehusó la noche sin estrellas,
mis brazos sujetaron, corazón mío,
perdóname, mi palabra fue limitada
la ignorancia cegó mi camino.
Junto a flores silvestres vivo en los versos,
en el secreto de un pecho
que late intenso y seguido.
Perdóname, por las batallas de sombras,
mi inocencia amanece
junto al mar y sus olas.
Perdóname por ser viejo como el polvo,
por ser feliz, sin lágrimas ni temor
mis rosas son versos,
escriben suspiros, poemas de amor.
Perdóname, flor mía,
fragancia de jazmín y rocío,
vive en mi pecho un corazón rebelde
que no sabe dejarte de amar.
Te amará por siempre
para eso nació,
corazón amoroso en su perdón y olvido.
© Maquinista Mute, 2024.