martes, 30 de junio de 2020

Algo de mí



Algo de mí se rompió

murió,

como el atardecer 

que se crispa en el horizonte,

con el simple soplo 

del vuelo de un ave.


Quedó en el pasado

en el origen ausente,

cientos de palabras 

que susurraron tu nombre.


Todas,

cada una de ellas

son y fueron 

una gota en el universo.


Algo de mí murió,

quedó incrustado

en la disoluta memoria 

de un dolor añejo.


Mil pedazos que susurran

penas y glorias,

tantas que no tengo memoria

para recordarlas todas.


Hoy tengo que volver 

a construir la esperanza,

con ilusión y esmero 

quiero acariciar con palabras 

la ternura de saber que estoy vivo.


Vivir lo es todo

en la propia muerte 

que no termina,

sonrisas y alegrías 

que también son lágrimas y mentiras.


Un poema nuevo,

como una gota de rocío 

que se queda pasmada 

en una verde hoja 

que reverdece con la silueta 

de un sol que se asoma.


Una parte de mí 

se quedó pasmada,

quieta, inerte, soñadora 

cómo queriendo algún día 

volar lejos en esa distancia 

que no se olvida.


Otra parte de mí se fragmenta

se acerca y a la vez se distancia

de todo lo que sabe

de lo que ignora.


Tengo para ti un poema de amor,

uno que llora 

que es triste y melancólico, 

que sabe a derrota.


Es un poema que sabe amar 

que nunca perderá la fe 

o la esperanza,

aunque la vida le sea muy corta.


Son letras para ti

que nunca se perderán,

nunca serán abandono.


Algo de mí nació, 

se multiplica en el universo

copos de nieve 

que se derriten ante la penuria 

de un soplo de vida.


Poémame es fin y es principio

es vida y es muerte,

es aventura y desgracia.


Dame tus letras 

que sabré a amarlas,

una a una las juntaré

estrofas qué quieren 

vestirse de versos,

rebeldes y oscuros

francos y amorosos.


Algo de mí es absoluto

es terco y misericordioso

renuente y bondadoso,

letras de un abecedario 

en español que lo son todo,

son verbo y son sustantivo.


Cómo un ocaso amaneciendo

en la dicha de tenerte,

a pesar de que el mundo 

se rompe

enfermo y egoísta,

sin tiempo para amar,

para pensar y existir.


Para leer palabras en una poesía

que sólo intenta ser 

un bálsamo de agua fría.


Algo de mí murió

pero estoy 

más vivo que nunca.





domingo, 28 de junio de 2020

Quiero



Quiero caminar

hasta que se pierda 

el horizonte,

entre ciruelas rojas

y un infinito inconcluso.


Quiero encontrarme,

entre la soledad

y el canto de un gorrión

que nadie le da de comer,

que no le falta nada.


Quiero caminar

hasta que los zapatos 

de mis pies

no les quede más 

que un recuerdo.


Quiero dormir al aire libre

entre piedras y ríos sueltos,

quiero sentir el abandono de mi cuerpo,

la quietud de una sombra 

que no me espera.


Quiero sentir la oscuridad

esa que es vacía

pero que habla

con la tempestad del viento

y la caricia de un silencio.


Quiero perderme 

entre la maleza

y las flores silvestres,

quiero ser invisible

para la selva de concreto.


Quiero ser un camaleón

no sentir el acecho de la vida,

palpitar despacio

lentamente

sin ninguna prisa.


Quiero respirar profundo

hasta el tálamo más oscuro,

respirar

sólo respirar

al fin hay esperanza.



sábado, 27 de junio de 2020

Lucero de medianoche



Lucero de medianoche

sombra que alumbra mis tempestades,

tan mitigante, tan inquieta

insoluta y testaruda.


Tiempo que absorbe todo,

amontonando los segundos

en un remordimiento que se aleja

de la verdad.


Dolor

herida que cicatriza

cada vez que hay una nueva herida,

risas y mentiras

todo y nada se olvida.


Sombras que resplandecen,

tan oscuras, solitarias

quieren contar su propia historia.


Alegría

eres tan corta,

tan cercana

tan abandonada.


Las luces sólo saben iluminar,

no resplandecen

con la misericordia de un perdón

y un olvido.


No me dejes aquí tan sólo

tan diminuto,

tan melancólico,

tan lleno de amor.


Lucero de medianoche

luna menguante,

tan quieta

tan absorbente.


Regresa con los labios rojos

con la esencia de una rosa

persiguiendo tulipanes,

amando.


Amar lo es todo

es el tiempo que se agota,

cada espacio

cada lamento,

cada profundo suspiro.


Amar es lo único que queda

todo lo demás se evapora,

todo lo demás se olvida

los nombres, las risas.


Risas

no saben del tumulto

de los espacios,

risas jóvenes

amantes, cercanas,

viven al encontrar su muerte.


Tiempo y dolor

alegría y sombras,

amar lo es todo,

no me dejas aquí tan solo.



jueves, 25 de junio de 2020

Adónde voy a llorar



Adónde voy a llorar

si está lloviendo,

me gana el cielo.


Bruma romántica

mirada que no escucha 

el silencio.


Se quiebra el corazón

al ver la desolación.


Cómo un extranjero

busqué el santuario,

nunca lo he encontrado.


Así que sollozo melancólico,

abandonado, 

resistiendo.


Sufrí

cómo gorrión derramado,

sollozo fuerte

intentando sostener el canto.


Adónde voy a llorar

si está lloviendo,

noche ululante, triste,

quieta en su penitencia.


Dolorida batalla perdida,

con la esperanza breve

inmaculada,

terrenal y maldita.


Adónde voy a llorar

si está lloviendo.



martes, 23 de junio de 2020

Añoranza




  • Si la estrella me olvidará

    qué daría en la noche oscura.


    Mi camino sería 

    sólo un montón de agua,

    cómo un río sin vereda

    un corazón que no ama.


    Cuando era niño

    un montón de cosas 

    me espantaban,

    ahora sólo tengo miedo

    de que olvides mis palabras.


    He cortado para ti

    la flor de un cerezo,

    es frágil y débil

    cómo el último beso.


    Si la estrella me olvidará

    sería muy difícil 

    encontrar mi camino,

    llueve tantas veces

    que he perdido el sentido.


    Los sueños son palabras,

    rosas blancas

    una antigua mañana,

    cálida es la belleza

    de una tibia brazada.


    Hoy llueve en madrugada

    navega el sueño 

    en los campos verdes,

    los insectos se esconden

    van y vienen emociones.


    Yo aquí te estaré esperando,

    el poeta espera

    con un beso enamorado,

    es el corazón que siente

    todo lo que aún no ha soñado.


    Si la estrella me olvidará

    juntaría mi vida 

    en un momento,

    no es mucho lo que tengo

    sólo un libro, el pañuelo

    un sombrero humedecido.


    Pronto dejará de llover

    mañana los matorrales

    serán felices,

    habrá maíz creciendo

    no muere la esperanza.


    Brincaremos los charcos

    con un montón de ilusiones,

    frágil es el olvido

    no me olvides

    añoranza.


    Miguel Adame Vázquez.

    23/06/2020.













lunes, 22 de junio de 2020

Hace falta tener un amor



Hace falta tener un corazón

para mirar a el alba,

con la luna flotando en el silencio.


Con el amor terco

envidioso,

explotando por un cariño perdido.


Buscando la palabra exacta

melancólica,

con la voz tan baja

queriendo susurrar tu nombre.


Huyendo de la soledad

que se refugia lentamente

en un recuerdo perdido

por tantos años distantes.


Eso es lo que más 

se acerca al amor,

ese amor tan acabado

tan extinto,

tan taciturno.


Tiembla buscándote

tardío,

envuelto en un perfume

del nunca jamás.


Delirante

cómo un silbido silencioso

que se fuga en una momento

de un furtivo pensamiento.


Eso es el amor

flores oscuras,

temblorosas ante la miel 

y la colmena.


Hace falta tener un corazón

para sentir el rocío de un relámpago,

deslumbrante

amanecido.


Cálido como el cielo

después de una tormenta,

quieto como el mar

que se agita desnudo 

queriendo llegar a la playa.


Así es mi amor

inseguro

vulnerable e inquieto.


Amante de la circunstancia 

y el ruiseñor,

atento y sereno

floreciente y triste.


Cómo una espiga de trigo

que se esfuerza 

queriendo ser una flor.


Quizá con el tiempo

aprenderá a olvidar

aquel camino 

qué me llevó a ti.


Flor de un cerezo

lucero fulminante,

amor tardío.


Lágrimas dulces

emotivos recuerdos,

cómo el amor de un niño.


Fantasioso y alegre

rebosante y tembloroso

profundo y querido.


Nunca frío,

apasionado

y sonriente.


No hace falta un corazón

para sentirse amado,

sólo falta un poco 

de ternura y razón

para sentirse enamorado.


Eso es el amor.


Miguel Adame Vázquez.

23/06/2020.




sábado, 20 de junio de 2020

La mariposa voló

  • El gato corrió

    ¿por qué lo hiciste?

    ¡oh mariposa

    tus alas están rotas!.


    No podrás volar

    adornar el cielo

    con tus colores gloriosos.


    Solo querías agradar

    que te dejara entrar,

    gato que ama el calor de un hogar.


    Estoy contigo

    aunque la mirada se pierda

    en un recuerdo.


    Todavía nos queda la vida,

    no quiero perderme.


    Todavía no te vas

    y se impregna de melancolía

    mi tristeza de Junio.


    El cielo permanece,

    siempre será

    como un deseo

    que brota espontáneo

    del azul de un manantial naciente.


    Busca a mí corazón

    en el tiempo perdido,

    con cada mirada que se rompe

    en un olvido.


    Estrella de noche

    dime por qué mi sombra

    no brilla de noche.


    El tiempo no te olvida

    así que vete

    con el ritmo de esa noche.


    Aquí estaré

    en el huerto,


    cosechando ilusiones.

    Con el pañuelo bordado

    con cada copla del cielo,

    con la puerta cerrada

    aguardando a la Luna partir.


    Ahí te veré

    como queriendo,

    sin importar nada

    en un amanecer caprichoso.


    La noche es fría

    se acerca

    con la brisa que destella alegría.


    No tengo miedo,

    las penas saltaron

    con el paso del viento.


    Dejé a la mariposa

    en una flor,

    con la esperanza que alzará el vuelo.


    Tal vez morirá,

    que lo haga entre flores

    para que no escuche su ruego.


    Duerme

    el gato duerme,

    con el calor de hogar

    que tanto anhela.


    El día se escapa

    otra vez de noche,

    todavía no te vas

    y mi poema sufre.


    La noche tiene la culpa

    al ver morir a el silencio,

    prometí que no lo haría

    pero el gato corrió,

    voló la mariposa.


    Miguel Adame Vázquez.

    20/06/2020.


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Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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