viernes, 28 de enero de 2022

La otra orilla


 La otra orilla de un suspiro,

pobre es el tiempo

que usurpa su cordura.


El gato está enfermo

dice el poeta,

creo que está nostálgico.


Muere de amor

sus dolores son hondos,

le dicen el amoroso

no alcanza a exclamar 

su dolor y sus penas.


Los días son comitiva fúnebre,

sin luz, un rayo de sol

no enciende el silencio.


Es tanto el duelo

que las flores se niegan 

a abrir su capullo en el firmamento.


No seas rencorosa estrella lejana,

hirsuta tu piel

sabré quererte con el cielo nocturno.


Husmea como reina

el frondoso bosque,

verás el verdor 

de la esperanza que sueña.


Que brote la aurora 

inquieta,

de amores no mueren

los seres terribles.


De un sueño engulle serena a la vida,

docenas de versos no bastan

para plasmar lo que acontece.


Estrofa soberbia

no sabes que no se olvida,

algún día serás polvo de estrellas. 


La otra orilla de un suspiro

ha sollozos recuerda,

su existencia ofreciste

bien ha valido la pena.


El gato está enfermo

dice el poeta,

yo creo que maúlla 

maulla de penas.


https://youtube.com/watch?v=h843y_H4jB4&feature=share




miércoles, 26 de enero de 2022

La musa de la pandemia

 



La musa de la pandemia

ya no canta para nadie.


Ensimismada en vitalidad

va caminando en su eterna juventud.


El cubrebocas esconde sus labios, 

resecos deambulan por falta de labial.


Tarareando una melodía

anda juntando palabras.


Tal vez no todo lo sepa

no tiene porqué saberlo.


Se va su aliento 

juntando sorpresas.


Canta ante la muerte,

ante el viento que sopla a dónde quiere.


Sin pedir permiso lleva una cepa,

pronto será su legión.


La tragedia es imposible

sin un duelo aparente.


Así que la musa se esconde

atrás de una lápida triste.


La vida ha pasado tan rápido,

nadie se dió cuenta de ello.


Vamos existiendo ya sin los otros,

invisibles en el miedo de una novela.


Juntando chistes 

para recordar viejas sonrisas.


Escapando a momentos

dónde sentía ser libre.


Gritando fuerte 

en un abrazo.


Sin miedo a la gente 

y la propagación.


La musa de la pandemia

ha olvidado su nombre.


Eso no importa,

ella lo sabe, es eternamente amor.


lunes, 24 de enero de 2022

Dolor

 




Dolor

el dolor de otros,

la arrogancia de un silencio.


La mentira de por medio,

vivir para hablar

y complacer a otros.


Recuerdos,

he olvidado la mentira

que cuesta descifrar a el miedo.


Diciembre es seco 

en la impotencia de su aridez,

frío,

poesía de instintos.


Tampoco supe tenerte,

me quedé en el vacío 

de mi propia plenitud.


Atrapando sapos

que no se convertirán en princesas.


Contemplado a la muerte 

que tiene sueño,

acechando con los ojos bien abiertos

el aliento de tu voz.


Presumiendo ausencias 

entre el hueco de una paradoja.


Coleccionando ecos, 

metáforas de un espacio

entre mis ojos y tu cuerpo.


Ese que se repliega

en el último doblez del universo.


Recogiendo corazones sonámbulos,

tantas palabras alejándose

tanto dolor que amanece 

con la sola mirada de tu amor.


 




 

viernes, 21 de enero de 2022

Suspirando sollozos





 Aliento homicida,

quiero oler las flores

hasta encontrarte.



Hasta que la espuma del mar 

ya no tenga las manos moradas 

por tanta agua fría.


Huye hasta que el sol

caliente tus huesos 

muy de mañana.


Yo me acordaré de ti 

en la sombra de mí corazón.


Resisto con mi orgullo desnudo,

con la voz ronca 

de tantas palabras alejándose.


Quédate callada

con la lejanía tomando el tiempo.


Mirando el ruido interminable 

de un mundo ciego.


Ha nevado en el volcán,

el aguanieve se ha quedado 

dormido.


Desvaneciendo la temperatura

hiriendome con su lejanía,

habitando mis entrañas

con el deseo innato de una primavera.

 

Todo es temporal,

menos la sospecha 

de la ausencia.


Volverán los tulipanes,

te encontrarán libre

sin el derrumbe del miedo

que dice adiós.


Tierra y viento,

estrepitosa es la orquídea

que escucha el canto del gorrión.


Sin el remordimiento

de una conversación

que está en duelo.


Nos miramos

y nos dijimos tantas cosas,

son los grillos

que van suspirando sollozos.





jueves, 20 de enero de 2022

Silencio

 



A el silencio le cuesta respirar,

así que observa,

inerte.


Tiene un ego

que no hace ruido,

jime soplando suspiros.


El silencio habla,

tarareando una canción de disculpa.


Llora,

pero no derrama 

lágrimas amargas.


El silencio tiene una boca

que ignora,

que ama.


Es amable

que sueña imaginándose 

arropada del frío.


El silencio es lejano,

pero siempre 

mayúsculo.


Evoca aventuras

y sonríe,

no tiene miedo.


A el silencio lo envidian

con rabia,

no hace ningún daño.


Se esconde 

en cualquier rendija

de esas piedras del monte.


El silencio escapa,

esperando que se olviden de él. 


Tiene un nombre precioso

escucha,

olvida el bullicio.


Tanta gente 

escandalosa,

ignora.


Se olvidaron de ti

que alivio,

sigue feliz.




sábado, 15 de enero de 2022

Mejor imposible

 




Mejor imposible,

arráncame los ojos 

ante la necedad de un fastidio.


Quiero vivir

con el sabor de conocer el precio

cuándo esto termine.


Sin soltar la sensación

de las consecuencias

por haber amado.


Sentir el prejuicio

de sentirme dichoso,

sin las fronteras atadas 

a una primavera.


Saber porque me entusiasma 

el milagro tan delirante

de alejarme sin tantas maneras.


Sin las mentiras

que usan las letras

para ofender enseguida.


Decidí no olvidar 

sin pretender ser un necio.


Siempre me bastó un abrazo

para sentir la revolución 

de un breve pretexto.


Mejor imposible

díselo con euforia

y bondad.




martes, 11 de enero de 2022

La mirada








 La mirada roba el tiempo del otro,

es cómo la muerte

sueña con el ocaso de una aurora.


La mirada ama a la poesía

que revela su rostro,

cómo un espejo eterno y constante.


La mirada calla inconsciente,

bendecida observa

lo cobarde que he sido.


La mirada extraña lo perdido,

en la luna fragua 

ya muy tarde su destino.


La mirada tiembla en las palabras,

la quietud que desbarata

el amor que ha sentido.


La mirada ruega,

brilla en reproches

envenenando a la noche 

en su propia desventaja.


La mirada envejece,

tímida y asustada

finge no darse nunca cuenta.


La mirada bifurca en laberintos,

entretejiendo en un crepúsculo

a la sombra que es tan fiera.


La mirada espera

en su último día,

ojalá fuera tan sabía 

en su impiedad y los minutos.


La mirada juzga

en el elogio que duele,

demasiadas cosas para ver

en su conciencia.


La mirada cierra los ojos,

ama a su memoria,

ese creé que es su secreto.


Tu mirada

roba las miradas,

su alimento.



viernes, 7 de enero de 2022

Los torturadores

 



Los torturadores,

el silencio tiene el estómago revuelto.


Silencio incómodo,

el frío hace una pausa

que atormenta.


El corazón tiene una grieta

que hace sombra marchita,

luz de mi amor.


El tiempo tiene envidia,

la enfermedad de los vivos.


Palabras que torturan,

necesito decirlo.


Cuánto te debo de pagar  

para que me escuches.


Versos prohibidos,

quiero que leas 

antes que nada te ocupe.


No finjas que eres feliz 

porque no lo somos.


Todos recogemos migajas 

de una historia que se repite.


Los torturadores,

poesía que acurruca

el recuerdo de un verso fantástico.


Es el amor que carente

retrata en una selfie de tictoc

su última voluntad.


Vacunas que se acumulan 

cómo trofeos de guerra.


Que el virus se olvide de mí.


Te seguiré esperando,

intentando recobrar el aliento

en un poema marchito.



lunes, 3 de enero de 2022

La serpiente




La serpiente muerde

rencores,

se arrastra cazando a su presa.


Hiede,

el veneno rocía 

con la ignorancia del odio.


Se escabulle entre las piedras 

que firmes ignoran

el frío que atormenta su existencia.


Dolor

le duele la felicidad de otros,

prefiere atormentar el delirio

de su existencia.


Traga su trauma

pensando que con eso 

nadie verá su apariencia.


No ganará,

siempre será una serpiente

rastrera con su dignidad.


Gorrión

ese que cuesta un centavo,

el que nadie extraña.


El que nadie alimenta

y nada pesa,

vuela

puede volar.


Su canto retumba en mi pecho,

no se preocupa,

Dios lo alimenta.


Siempre lo hará,

el gorrión nunca será su presa,

vuela obtuso hacia el sol.


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Vivir para siempre

  A ninguna parte, nunca tuve tiempo para que las lágrimas llenaran el cielo. Confieso que se fue la vida en una pincelada de gaviotas y cie...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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