Amo intensamente aquel instante inquieto donde intentamos cambiarlo todo sin mucho éxito.
Amo el delirio intrépido que se fuga al creer que todo lo que la mente sueña se puede construir.
Amo ver vibrar mi cuerpo con la alegría de una ilusión compartida a pesar de la actitud que se traslapa a la aburrida monotonía.
Amo el saber que no es una utopía malsana el poder soñar con la magia que procede de una idea testaruda y rebelde.
Amor el poder del amor porque lo es todo.
Es completamente glorioso amar y madurar conforme pasan las penurias y se disipan las peores dudas del pasado.
Amo el saber que los peores pensamientos siempre se convierten en pésimos consejeros acarreando la solemne desdicha.
Es por eso que huyó de ellos a toda prisa.
Amo intentarlo todo nuevamente a pesar del fracaso que siempre se anuncia.
Amo el no perder la fe, de que todo florecerá algún día a pesar de la sequía que te consume por dentro.
Amo el saber que siempre vendrá la lluvia a la tierra seca dejándonos el don de la vida.
Amo ser un individuo completo.
Que siempre le fascina estar acompañado, pero que muchas veces se las ingenia para estar solo, simplemente en solitario.
Amo vivir la vida a toda marcha, siempre tratando de encontrar la lógica a lo que es en verdad lo más alocado.
Amo el saber que el camino sencillo es lo más indicado, cuando se tiene que aprender que todo de nuevo muchas veces es lo indicado.
Amo el poder vaciar la mente de tantas tonterías y simplemente al otro día tener el poder de ayudar que otros deben encontrarse en la vida.
Amo el saber que soy más que amado con solo una valiente picardía.
Amo el sabor de las cosas que tienen su propia alegría
Amo amarme a mí, al amarte a ti.
Y saber el secreto supremo que tengo en las manos al cambiar todo lo que impide ser feliz.
Amo sentirme protegido.
Porque siempre encontrare la salida al camino frustrando del que me quiere ver sufrir.
Poesía
Miguel Adame Vazquez.
28/06/2014.
