jueves, 6 de diciembre de 2018

El amor lo es todo



Llegó el momento del final
del precipicio después de la tormenta
donde el amor huyó para siempre
con un mundo de náusea plena.

El deseo se convirtió en un desdén de rabia,
la esperanza era implícita
aún así derrumbaste la alegría
escupiendo palabras amargas.

Los lamentos duelen
el oído se embota con el drama,
nunca aceptaste que nadie te amará,
el amor no es silencio en tristeza lejana.

El amor era nuestra dulce madriguera
una esperanza quizás huraña,
era un refugio seguro
que nadie rechaza.

Dejaste el amor sin sus fuertes murallas,
cambiaste el todo
por lágrimas falsas,
ahora el nido es solo un montón de paja.

El amor que un día nació
se sintió despojado,
era tu rechazo, tu nostalgia muerta
por ahí terminamos.

Hoy te debo todo
tú no me debes nada,
la orfandad es viuda de ti  
la despojaste en el entierro de un olvido.

Te solía buscar en la noche
entre las sábanas frías,
encontraba el comienzo para encontrarme
con el alba envuelta en su ternura amada.

Hoy tengo que reconocer
que la violencia eclipsó a la carne,
quisiste ser libre,
en la intemperie cuidar a las crías.

Nadie vive en un ataúd extraño
así que volviste a tu vida ajena,
a un silencio muy largo
donde el odio fue la camisa de fuerza.

Tu demencia mutiló el pasado,
ahora soy ausencia
de un inventario alejado,
renunciaste por siempre con tu amor negado.


El mute
06/12/2018.

Para aquellos que renuncian al amor.
No lo hagan, el Amor lo es todo.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El cuentacuentos



El cuentacuentos habló
el gozo en sus ojos reía,
miré su rostro con ilusión
queriendo recordar aquella infancia perdida.

El tiempo se fué como los buenos modales
corrió desperdiciando su paso a raudales,  
siento mucho desilusionarte
mi pensamiento no fué una aventura que imaginó con amarte.

El cuentacuentos dijo la verdad,
a veces la gloria pertenece al enemigo,
tristemente él ganó
tú no supiste defender mi cariño.

Me gustaría poder decir que todo lo cambiaste
que no existe una sonrisa falsa, un débil mimo,
pero este cuento tenía otra historia tatuada
que frunce el ceño con un alarido.

El cuentacuentos habló de un castillo maldito
de princesas y héroes
espinas y dragones de fuego encendido,
yo mientras tanto busco poder imaginar que te quiero un tantito.


El mute.

05/12/2018.

martes, 4 de diciembre de 2018

Un puñado de estrellas




Te ocultas en un juicio sumario
en las burlas sin sentido
en el llamando a la muerte
en las pérdidas desgarradas sin amor.

Prefieres llevarte una sonrisa
algo que te cueste trabajo,
eres demasiada agitación como para vivir
de palabras sueltas en una jaula de oro.

Aprendiste conmigo a leer poesía
gritando y diluyendo silencios,
inventando cada momento
aún sabiendo que a nadie le importa.

Eres un aprendiz para poder ser feliz
cuarenta años en camuflaje constante,
desarmando el cinismo
con la senectud de los pensamientos únicos.

Fuiste una alegoría en su propio estigma,
lacerando disitudes
hasta lograr agradar a la perfección que no existe,
artilugio que sobrevive con un hermoso ramo de flores.

Todo lo quieres solucionar con amor
con una caricia simbólica
con la esperanza de encontrar la verdad
en el suspenso nervioso de sentir intriga.

Soy feliz
a pesar del ruido insano del desánimo
no tengo miedo, lo vendí al conformismo
antes de que se me acabarán las palabras.

Voces ocultas de una osadía exaltada
por tanto zarandeo sin control,
prudente y distante
tratando de vender melancolías baratas.

Nadie me dijo
que la enseñanza apenas empieza,
ensaya conmigo
en un crisol de galaxias amadas.

Ámame tal como soy,
yo te estaré esperando
con un manojo de estrellas lejanas
y un abrazo cálido de sol.

El mute

04/12/2018.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Fracturado



Inmóvil en la conmoción
perseguido en la tregua,
huyendo nuevamente
hojeando la resequedad de lo que no existe todavía.

Soportando lo indeseable
buscando el momento exacto
para quebrarte,
como si fueras una vara seca.

Infeliz y apabullado
en lo oscuro de una hora
que se asigna el milagro oculto del llanto,
lubricando conciencias elocuentes y locas.

Fue fugaz la atadura,
irremediable en su presagio
en el enojo que siempre sostiene,
desconociendo el equilibrio de un proverbio sabio.

Aún así te amo
en el ínfimo cariño de lo que queda,
en la distancia tenebrosa
de otra dimensión deseada.

En tus pretextos y el paradigma
que siempre se repite
cansado y ortodoxo,
conservador en cada momento que se antoja vivirlo.

Así eres en tus caprichos
en la disociación
de un súbito alboroto falaz,
en la romántica duda que circula siempre por tus venas.

Así te acepto
en el reacomodo constante de tus pensamientos
estoico y fracturado,
solitario en las penumbras de tu amor pasado.

El mute

03/12/2018.





sábado, 1 de diciembre de 2018

Detente en diciembre



Detente en diciembre
que se me ciega la voz
con tu silencio,
solo déjame llegar a primavera.

El suspiro que me queda
se ahoga en un respiro,
no me alcanza el tiempo
para tapar las flores del invierno.

Quiero que viva la esperanza
esa que mi padre amaba,
que no le alcanzó el tiempo
para verla con sus propios ojos.

Así que no me queda otra más que rogarte
con la esperanza en el bolsillo,
con el amor en un libro de poesías
con el orgullo en un sencillo vaso de agua.

Detente en diciembre
antes de que te olvides de mi
y solo recuerde lo bien que era reír
hasta ahogarse en primavera.


El mute
01/12/2018.


jueves, 29 de noviembre de 2018

Seiscientas maneras



Seiscientas huellas ya,
nunca me he arrepentido de evadir con amor
el oscuro color de unos ojos
que se pierden en el espejismo de escribir tristes historias.

Así que solo fuí para mí
invención y vicio,
justifique todo mi amor  
aprendiendo a huir de esa nada maltrecha y vacía.

Seiscientas maneras de decir
cómo te amo,
llorando o riendo
salvé a tu vista
del chasquido de mis letras.

Tengo que decirlo,
fueron sueños con fuerza
que mi corazón envolvió,
disfrazando el dolor hasta que éste desaparezca.

Nunca enfermé a la cordura  
en la disolvencia que diluye a las palabras,
fuí un vándalo de los momentos
de esos que con alegría o tristeza se expresan.

Que se esfuerzan sin empacho
a salir a flote
ante una superficie amorfa,
aprenderé a escribir un poema con sazón.

Lo seguiré intentando,
y si me dejan
encontraré otras seiscientas nuevas maneras
para decir cuánto te amo.

La vida sin versos
es como una vida sin prosa,
respirar sin poemas es vivir sin amor
y no quiero esa cosa.

Miguel Adame Vázquez.
El mute
30/11/208.

Con mucho cariño a las seiscientas maneras que he intentado decir Poémame hoy.


Escasez




Me embarque en tus carencias
era tan escasa tu felicidad
que me costó trabajo pasar
por aquella garganta maltrecha.

Aún así no perdí la emoción
de navegar por tus brechas,
de tomar tus caudales
y remar con fuerza.

En algún momento pensé
que el río de tus aguas
eran una marea estancada,
me dormí en tus brazos acariciando la nada.

Ignoré por un momento tu vida
olvidé quién eras,
en esas aguas oscuras
volví a nacer como si no existiera el tiempo.
 
Llegué a escuchar
el placer que arrulla a mi dicha,
pero la calma murió
y el río en su bravura y coraje te hundió.

En la zozobra
la corriente te azotó con tanta fuerza
que en piedras de sangre
tu llanto se ahogó.

Nadie lo vio
el caudal de tus aguas
había aumentado con mucha prisa
el ruido era intenso.

Así que naufragó la cordura
como si te ahogaras en un grito
que nadie escucha,
solo eras tú y tu última soledad.

Desnuda es tu verdad
sin máscaras ocultas,
quedó la vergüenza
la atinaste a ocultar de tus ojos.


Era tu escasez
lo fué todo el tiempo,
aquello que habías descubierto
era la ausencia de un amor interno.


El mute
29/11/2018.

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El tiempo es para mí

 “El tiempo es para mí” El tiempo es para mí  soy la esperanza, la mirada del agua  la sonrisa de un instante. Mi poder desmorona  el abismo...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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