Me dices que es banal
el olor dulce en el techo
de unos verdes helechos.
No lo sé con certeza,
solo sé que en el azul cielo
encontró cobijo un viejo gallo.
Que a pesar de los años
me despierta con su canto,
es halagüeño amanecer siempre contentos.
Después de todo nada es mejor
que escuchar el arroyo
adormeciendo con su calma
a un tierno abuelo.
Pronto seremos un mutismo serrano
con nuestras taciturnas verdades,
iremos invadiendo a la noche
sin preocupaciones humanas perfectas.
Seremos como una historieta de colores
esa que los niños juegan,
yo seré la mortaja del muerto en ese comic.
Pero antes que eso
seré un héroe muy bueno,
combatiré a los malosos
esos que sueñan jocosos con vernos en menos.
Me dices que es banal
toda esta loca historia
que es mejor no burlarse de la bruma
esa que nubla al corsario en su pradera.
No quiero ser un horizonte vago y confuso
lleno de ilusiones borrosas,
ser taciturno es mejor que la eterna deshincha.
En la trémula demanda
de una estrella amada
se fue hermosa la muerte anunciada
sin hacer ruido en la acacia mañana.
Me despido de ella
como una luz que ciega,
solo la noche se desvanece
ante su ausencia laureada.
Infantes queremos ser todos
perfumamos en sueños gozosos,
yo pido ser el primero que viaje
a ser niño de nuevo.
Él Mute.
02/05/2019.
