El enfermo es selectivo,
palabra fragmentada
de un sufrimiento.
Morgue de una soledad golpeándose,
la despedida siempre es
un testimonio latente.
Escarcha,
la noche es densa.
El silencio
tiene una belleza tan oscura.
Réquiem de una herida
que sana antes de morir.
El hombre grita,
la madre gime,
nace un futuro.
Los prados fríos suturan el cielo
con la hierba de su remordimiento.
Luna gélida,
marchita.
El agua está tibia,
indiferente.
Que se desborde la euforia
antes de disolverse.
Que los pensamientos hundan,
ondeando tu amor.
Naranjos que quieren
la victoria de una promesa.
Caminos y sus suelas rotas,
tanta imperfección
que no se puede soportar.
Tormento que crece,
asediando.
Fugaz es el espacio vacío
que sobrevive cantando,
estrofas de un corazón.
El círculo nunca tendrá un borde
que ahuyente a nuestras voces internas.
Trémula es tu sonrisa
en un jacinto amándote.
Penumbra litúrgica,
siempre fuiste mi única ebriedad.
Nunca lo olvidé,
seguí amándote.
Testimonio de un enfermo.
Mute.