¿A dónde vuelvo la mirada?
tengo todo el universo para buscar,
lo haré
hasta que me quede sin mirada.
Mientras tanto,
tengo la certeza
de que no todo es el tiempo.
Miranda y el tiempo,
es diciembre ya
y el frío cala.
Frío,
cómo palabras vacías,
voy pregonando cuerpos tibios
parecen promesas.
Murieron sin ser más que historias
jamás cumplidas.
muy poco amadas.
¿A dónde va la tarde
que no puede respirar?
quizás va con el instante
ese que ya no quiero.
Me conformo con el amor
para vivir,
amor para llevar en el bolsillo
un poco de consuelo
que haga sobre llevadero
la irrealidad.
Mute.
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