viernes, 11 de octubre de 2019

Por eso soy poeta.

Luz, árida luz 
desierta, retraída 
pérdida en la oscuridad 
como vagando triste en sus lamentos.

Oscuridad, todo es sombra 
empobrecida en el amor propio
de un rocío que se bebe 
en el desierto caliente 
de un aire que no respira 
que no se mueve por dentro.

Inmensa es la tierra 
que ve sumergir el amor 
en el amanecer
insuperable, 
como la vergüenza de perderlo todo
y vivir en los lamentos de otros.

Nace el mar 
prematura esperanza
a la orilla de la llanura, 
flores ansiosas sin raíces 
desesperadas por un día sofocante.

Un poema lo es todo, 
polvo sucio
tristeza infinita, 
mirada indiferente 
ante unas lágrimas que forman letras.

Memoria con desgracia, 
odio que huye cautivo
ante el tiempo de olvido,  
oda de amor 
que se embarca tranquila 
en el amanecer glorioso 
de una mirada perdida.

Tu poema es un beso 
con la voz que sustenta el horizonte,
un higo dulce 
con unos labios 
presumiendo toda la ternura.

Tu poema es un sofá que te extraña, 
luz tenue de la luna a medianoche
en una despedida secreta sin prólogo.

Es como volver a empezar 
con la herida perfumada 
en los pétalos de rosa,
voz dócil que quiere amarte.

Tú poema es todo luz
todo sombra,
todo oscuro como los pensamientos.

Todo amor 
como una madrugada
que pronuncia en voz baja 
un te quiero,
es amar en un enjambre 
de estrellas diminutas.

Para eso existo 
para eso pienso, 
para cantar y bailar a media luna 
con cada poema que siento.

Déjame llevar a media luz 
sin aspavientos
el silencio fortuito de seguir creyendo, 
que el amor defiende a todas las cosas.

Que el mundo destila 
demasiadas soledades 
que no me alcanzan 
todos mis poemas para cubrirlas.

Así que vuelvo a empezar 
tejiendo historias alegres
persiguiendo sueños lejanos
en las nubes tras las gaviotas.

A veces voy invisible 
olvidando las malas noticias 
con el canto de las estrofas.

Como si fuera una paloma extraviada 
en su vuelo,
contando mariposas 
secando lágrimas estremecidas 
sobre mis hombros viejos.

Viéndote venir empujando a la vida
uniendo anémonas 
con los dedos endrinos,
moviendo la mirada 
con los ojos oblicuos
ante la indiferencia levantada 
hasta obligarte.

La sonrisa es fugaz 
lo es hasta fustigarse,
como una hoja quieta 
que es insegura,
que es invariable en la derrota,
árida y oscura,
única.

Por eso soy poeta
por ti, 
desde el azafrán hasta el lirio,
desde el olvido de junco mojado 
hasta el cariño desprendido 
con el que anochezco.

Por eso soy sensible 
como el suspenso perdido 
en un lucero,
como un pastor herido 
ante la oveja que se desbarranca.

Me gusta seguir juntando 
mareas para ti 
hasta Saturno,
dibujando neblinas en el espejo
habitando laureles con el bosque viejo.

Hasta que se termine el laurel
entre las luces y las sombras oscuras
de un poema largo y lleno,
por eso soy poeta
por ti.

Él Mute
12/10/2019.

A mi amada esposa.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Venir de atrás



Venir de atrás
siempre venir de atrás,
quiero correr el riesgo ingenuo
en nuestro tiempo lúdico.

Sin las envidias 
o los sueños que pisan,
sin la piedra atada
al molino del viento
en la utopía de vivir.

Difícil,
que difícil es observar la rivera
y construir castillos de arena
con la tristeza cansada
de tantas hojas secas.

Venir de atrás
siempre de atrás,
con la belleza de un día feliz
y la tristeza de un buen crepúsculo.

Tienes que creerme
ese instante inédito es inaudito,
las golondrinas
el jardín repleto de vida 
y el cielo azul lo es todo.

Aunque la juventud primera
solo conozca las murallas viejas,
cada palabra que conozco
tendrá su sombra y su propio amor.

Ay de mí y las horas pasajeras
ese silencio ronco que no espera,
vulgar es soñar con ser poeta
cuando el olor de las violetas
da certeza que la tempestad 
borra las huellas en la arena.

Después de todo mírame
envejecieron mis zapatos,
imperdonable es sentirse miserable
cuando se vive solo una vez.

Venir de atrás
siempre venir de atrás,
alcanzando lo inalcanzable
lleno de ideales siempre rebeldes.

Y sin embargo
yo fui como ustedes,
con el amor satisfecho
y el dolor escrito en un poema.

Disolviendo los temores fáciles
y las risas falsas de mis detractores,
como el alfabeto de un niño
que nada le importa.

Vanagloriando mis limitaciones
desprestigiando a el pasado 
con un olvido,
después de todo
lo que importa es la familia.

Mis fotografías anhelan salir
con el mundo detrás 
como espectador,
hasta que las piernas tiemblen
por un movimiento perpetuo.

Debajo de mi piel
están los gritos que te dan auxilio,
los cubro con las hojas caídas
como si fueran deseos que mendigan.

Esa es mi voluntad,
huir del cementerio
y el umbral que brilla a lo lejos,
no es mucho lo que quiero.

Vivir como si no estuviera herido
lejos del abismo de la tentación,
ahí, solo ahí
mi mente danzará con su júbilo.

Desvaneciendo las náuseas
de gritar prematuro,
pagando las deudas 
de un mundo moribundo.

Venir de atrás
siempre venir de atrás,
quiero correr el riesgo ingenuo
en nuestro tiempo lúdico
y escribir en paz conmigo mismo.

Él Mute
09/10/2019.

Con cariño para  mi amigo Zapatero Poeta.


‪"Venir de atrás", un poema de MiguelAdame via @poemame_poesia https://poemame.com/story/venir-de-atras‬

martes, 8 de octubre de 2019

Déjame


Déjame reposar la memoria
olvidar al tiempo asustadizo
que sueña con estar despierto
cada vez que el corazón ama.

Déjame compadecer a mi alegría
fingir que no sabía
que el silencio no respira 
ya más mentiras.

Déjame vivir despacio
sin la sombra de la muerte
que no observa la herida
saboreando a la miseria 
de los pocos días.

Déjame extrañar a el verano
con un otoño que se deshoja
al final seremos alimento
de nuestra propia gloria.  

Déjame disfrutar el aguacero
mojar mis ideas con un te quiero
al final de todo 
lo más importante es la esperanza
de seguir con fuerza latiendo. 

Déjame ser quien te ame
seré tu primavera en invierno 
el último oasis para tus ojos,
te amaré por siempre 
seré tu rastrojo.

Él Mute
08/10/2019.

sábado, 5 de octubre de 2019

El poema de las flores





El poema de las flores 
debe ser feliz, 
sin el laurel oscuro
de la soledad.

Dicen que el clavel dura mucho 
flor que adorna la tristeza,
jazmín dulce 
vagabunda amapola llena.

Mi corazón 
rosa roja con espinas,
fértil tierra luciente 
entre crisantemos celestes.

Mi amor es un lirio sumergido 
entre la torrente ruidosa de un río,
flor silvestre que crece y nadie la cuida,
solo el sol y la lluvia perenne.

Violeta escarlata con su púrpura 
ahora me recuerde tu ausencia,
letargo floreado que perece en el frío
nada te trajo el presente tibio.

Tulipán con su bulbo 
que florece sonriente,
nada te avergüenza 
¿porque debería de quererte?.

Todo mundo te ama 
como a la flor del cerezo
flor triste que se lleva el tiempo,
orquídea de mi olvido 
te amaré por siempre.

Déjame esta tarde para mí
huyó el otoño y no pude verlo,
quedé herido como un ramo de flores 
con mi sonrisa esparcida 
en mis pensamientos celestes.

Poema de flor de amores
azucena muerta 
que se esconde en un florero, 
dibujada en la mirada, 
florecida te veo.

Hoy te miro desvelaba,
nacida en la fuente 
como un sueño distraído 
en un desierto transparente.

Jazmín en desaliento 
río púrpura 
derramado en sus lamentos,
¿quien te nombra?
entre flores te llevo presente.

El poema de las flores 
debe ser una poesía feliz, 
jacinto puro que ríe 
en el óleo de un campo 
floreado solo por ti.

Jardín de margaritas amarillas 
y flores silvestres
así es mi amor por ti.

Como un girasol 
que crece en desmedida 
mirando al sol todavía,
con todo el cariño 
de unas azucenas azules.

Él Mute
06/1/2019.




viernes, 4 de octubre de 2019

Nunca te rindas


Flamencos rosas que caminan 
hacia la ciénaga que nace con la lluvia,
manos que bailan con el viento
en perfecta comunión, 
armonía que amanece 
tan exacta una vez más.

No sacudas tu cabeza tan fuerte  
se saldrán las ideas una a una, 
hasta que el pecho duela 
como una aguja que pincha.

¿Dónde estamos?
en el mundo, aquí vivimos 
separados de la soledad 
y el eterno olvido.

Ven conmigo
a mi ausencia
espera, 
el vacío no tiene fuerza.

¿Quien conoce el futuro?
conocemos el tiempo 
ese que se hace viejo
con sus arrugas 
y sus canas duras.

Mueve las manos 
como si fueras invisible,
dame un beso solitario 
y olvídalo.

Los límites avanzan al espacio
con un recuerdo extinto,
es cosa de jóvenes 
el interminable amor 
si se sabe guardar bien.  

Ya no te escucho,
dejaste de aletear 
como queriendo cortar el viento,
formando nubes, 
volando lejos.

Duerme
solo en los sueños no se sufre,
no te preocupes 
sueña con los árboles 
y su sombra a un brote inocente.

Nunca te rindas 
como el flamenco neognata que nace 
y camina sin parar,
volará y el cielo será rosa
una vez más lo verás.

Mueve las manos 
que baile el flamenco al compás
de una historia tranquila, 
sin las preocupaciones 
de tener que vivir 
en un mundo que no es rosa.

Él Mute.
05/10/2019.














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El tiempo es para mí

 “El tiempo es para mí” El tiempo es para mí  soy la esperanza, la mirada del agua  la sonrisa de un instante. Mi poder desmorona  el abismo...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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