Miedo
el cuerpo nace muriendo,
el amor fallece un poco cada día.
El amoroso sufre
sus alas se escapan cortadas,
sue besos son una ausencia
que se pierde en el cielo.
Miedo
mi corazón es un adolescente
que no sabe tragar sus palabras.
El amoroso devora
una ráfaga de versos,
es el aroma de un poema
que sospecha de los celos
de un pobre silencio.
Miedo
el hombre tiene miedo
a las sílabas maduras.
Frío
esmeril en mi garganta,
y yo cobarde no concibo sostenerme
en la mirada sana y verdadera.
Tus cabellos son una miel
en sombra lenta,
tu mirada es una inercia tan sobria
que el instante que me diste
no alcanza para tapar mis carencias.
Miedo
el amoroso tiene miedo
de ser el amoroso.
El corazón era de piedra
hasta que el imposible
lo hice tuyo y ya lo hice mío.
Y el miedo se fue,
ganó el amor verdadero.
El amor fragua aventuras
y voces dulces,
salta de la nube sin temor a solo agriarse.
Creí morirme mirándome llorar,
solo caminé hacia las estrellas
acomodé el silencio
en un tiempo tan oscuro.
El albedrío no tiene soledad,
solo son nombres callados
en un mundo turbulento.
El amoroso ama aún herido,
la noche es esperanza
que no sabe callar.
Mute.
