La mente piensa
con el hambre de un corazón,
con el sueño profundo de noche,
con el cuerpo tibio
por la luz de las estrellas.
En el fondo de la lejanía
se siente el frío
que brota de los ojos de la envidia.
Pero estoy demasiado lejos
para que las lágrimas
mojen las heridas.
Las he sanado a golpes
con el abrazo de una bendición,
es tú mirada que me ama,
lo hará, soy tú familia.
Es por eso que canto
bajo las flores que bailan
resurgiendo en alegría,
es que me amas
y el amor es la vida.
La última sombra
no tiene abismos,
la muerte ha huido de tus ojos
dame un beso.
Los amorosos no caemos
si lo hacemos,
siempre vamos de subida.
Rompe el ruido emocionado,
si amas no mueres,
eso no es una utopía.
El amoroso.