Palabras
sentidos posibles,
promesas que vuelan
en colores y espinas.
Palabras
sueños de miel y hojuelas
que laten y gritan al cuerpo insolente.
Palabras que se empeñan hablando
en un eterno laberinto
de su propio tiempo.
Palabras que duelen
y a veces aman,
desgarran el bosque
en un arcoiris sin niebla.
Palabras que guardan silencio
con un relámpago ciego,
transmiten la vida
sonríen a la muerte en un parpadeo.
Palabras que llueven
en el ronroneo de un poeta,
contienen su gracia
cómo si fuera una fiesta.
Palabras que habitan milagros,
visibles recorren la historia
con ruidos y espantos.
Palabras que descienden
en un fragmento borroso
surcando los lutos,
tropezando mil veces
cada vez que hablamos
de tibiezas y grescas.
Palabras que tienen migajas
desnudan los ojos,
naciente memoria
que florece en las cosas.
Palabras audaces
de barro y de tierra,
mirada infinita
veloces ascienden.
