No lo sentí
como rrafagas de un vacío
desolado seguí.
No dolía,
dejó de doler
cuando en pedazos
la calma se esfumó
por los resquicios de una coladera.
Ciego
en el deseo de un paréntesis
detuve el final,
huímos de ahí
agazapados
en el asombro de una muerte.
Jamás elegí
que la memoria
tuviera un recuerdo roto,
rompió a llorar la historia
sin ningún arrepentimiento genuino.
Esa es la realidad
pedazos de estrellas
ante una luna hermosa,
donde los cuervos
sacaron los ojos al ciego.
Ahora me pregunto
¿dondé están las puertas del mundo?,
destierro a esa noche
que deambula ausente
en el silencio desprotegido
de una horrenda realidad.
Quiero quedarme contigo
sin la lámpara ausente
y toda la gloria unida por vivir,
intacto y abierto
con todas las puertas
apuntando al valle
y las montañas.
Racimo de amor
no te vayas nunca
deseo saberlo alegre
en el espacio eterno del amor.
Quiero seguir
con el alba simultánea
callada y distraída,
con cada abrazo
que consuela a los sueños,
no te vayas amor.
Él Mute
11/02/2020.
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