Pasa
los muertos duermen,
el agua, líquida
infinita,
ella lava las penas.
Labios temblorosos
sueños que no se pudieron gastar,
inconclusos
como el cielo que truena
y no cae ninguna gota.
Estrellas
no se ven las estrellas,
son un lucero viejo
inconcluso,
obsoleto.
Cierra los ojos,
como si con eso
se pudiera huir de la realidad.
El horizonte
siempre será el horizonte,
casto, limpio
sin pecado.
No me explico
cómo sobreviven
los caracoles sin agua.
Busco la luz apagada,
con mi traje lírico
con cada palabra alucinada.
Siendo sincero,
solo veo a los otros
queriendo componer una estrofa
que se inmortalice ante el sol.
Consuelo,
es saber guardar silencio
cuando el corazón de otro está enfermo.
Amigos,
murieron eternos
como el retoño que fue pisado
con el temblor de un bosque.
Pasa,
después que las lágrimas
divierten a otros.
Corazón mío
baila conmigo,
mi pecho es para amarte.
Siempre habrá flores
para hacer miel.
Pronto lloverá
y los caracoles saldrán a la carretera a bailar,
no importará que los atropellen
en su paso lento al ínfimo amor.
Tenemos amor
eterno amor,
nadie podrá robarnos el horizonte.
Pasará
con cada palabra,
con cada verso
cada imagen de tu mente traviesa.
Y ellos
los otros,
seguirán pensando que la comuna
es el éxito familiar.
El amor prevalecerá
ante todas las cosas,
cierra los ojos
imagina qué es el amor
y amarás.
Miguel Adame Vázquez.
19/06/2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.