Quiero caminar
hasta que se pierda
el horizonte,
entre ciruelas rojas
y un infinito inconcluso.
Quiero encontrarme,
entre la soledad
y el canto de un gorrión
que nadie le da de comer,
que no le falta nada.
Quiero caminar
hasta que los zapatos
de mis pies
no les quede más
que un recuerdo.
Quiero dormir al aire libre
entre piedras y ríos sueltos,
quiero sentir el abandono de mi cuerpo,
la quietud de una sombra
que no me espera.
Quiero sentir la oscuridad
esa que es vacía
pero que habla
con la tempestad del viento
y la caricia de un silencio.
Quiero perderme
entre la maleza
y las flores silvestres,
quiero ser invisible
para la selva de concreto.
Quiero ser un camaleón
no sentir el acecho de la vida,
palpitar despacio
lentamente
sin ninguna prisa.
Quiero respirar profundo
hasta el tálamo más oscuro,
respirar
sólo respirar
al fin hay esperanza.
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