A veces
cuesta cruzar a otro camino,
los ojos se nublan
el dinero no alcanza,
tan solo un bolillo.
El rumor arranca una lágrima,
llega el dolor
con la sucia batalla.
A veces
cuesta casi todo el amor,
el aroma de vida huye
nada sabe a victoria,
solo vive el rencor.
A veces
el suplicio no te deja
ver las estrellas,
los villanos son tantos
que cuesta trabajo sentirse.
A veces
olvido que todo es posible,
que el pájaro canta
y el río corre dentro de mí
con mucha fuerza.
A veces
solo ignoramos,
que tenemos todo
que la Luna es tuya,
que el poema no tiene reparo
para querer seguir andando.
Siempre podemos
continuar amando,
no somos ausentes
pues la vida es preciosa.
Todo lo tenemos de frente,
solo olvida el miedo
que caso tiene.
Si la zarza aún con espinas
da su fruto alegre,
es solo una rama
que trepa sencilla
su fruto sabe cómo quererte.
A veces
solo es cuestión
de luchar con fuerza,
el mal ya no muerde
sí puedes quererte.
Para qué quieres
que alguien más te quiera,
lo importante es
que tú puedas tan solo tenerte.
Solo es cuestión
de regalar un poema
al que nada ya tiene.
En esta primavera
la higuera promete
subir hasta el cielo,
quiere agradarte
y su fruto entregarte
sin nada cobrarte.
Solo es cuestión
que hagas un alto,
deja que el odio
se disuelve en un verso.
La gracia se obtiene
con una sonrisa,
es tú corazón que ama
sin ninguna prisa.
A veces
solo es cuestión de intentarlo,
todo lo tienes
si saber amarlo.
La vida
es un regalo precioso,
aún en la adversidad
es sencillo moverte.
Solo observa a las aves
que felices vuelan,
nada nadie les regala
y te cantan con fuerza.
Ellas contentas te enseñan
cómo debes quererte.
Miguel Adame Vázquez
22/05/2020.
