Todos los que me han querido
han muerto ya,
flores en el firmamento.
Brilla el silencio en el sepulcro,
plegarias en lágrimas
los lirios no se esconden
en el esplendor de una agonía.
Quiero que me quieran,
que mi pecho disuelva
los recuerdos metafóricos
de ese amor incondicional.
Alas extendidas
tu mirada y los años,
dulces melodías.
Corre y juega
tu rostro anunciaba
cada mañana que amanecía.
Tus anécdotas risueñas,
los anhelos nunca fueron
un páramo en el fin de una vida….