miércoles, 18 de diciembre de 2024

La luz en la oscuridad

 



Soy la herida,

el canto que no se arrepiente,

el valiente.


Soy el brillo,

el caudillo de tiempos bravos,

soy la desgracia.


La aventura de la daga,

la flor de un rocío,

el sueño del gato.


Soy la voz animosa,

el grito de los años,

el triste y sereno.


El tambor de un olvido,

la memoria de tantas cosas,

la historia que combatimos.


Soy la garganta vacía,

el domador de lo oscuro,

la alegría de mil colores.


Soy la cercanía y la demora,

la mañana que amanece,

la memoria de siempre.


© Maquinista Mute, 2024



viernes, 29 de noviembre de 2024

Amor eterno

 



Amor Eterno.



Amor, te quiero tanto

tus muertos, mis muertos

nuestro cariño

qué sería de la vida sin tus abrazos.


Los años no pasan en vano

dejan huella en mis sentidos,

pero siempre te busco

y te encuentro en mis sentimientos.


No hay mayor absurdo

que vivir una vida sin tus sentidos,

sin el calor de tu cuerpo

y tus dulces latidos.


Que el crepúsculo, en los arrabales,

sientan la armonía

de las viejas glorias.


Porque en cada una de ellas

está la guitarra que canta alegre

cada estrofa de mis versos.


Amor, te quiero muchísimo

con tus recuerdos y mis historias,

sin soberbia o codicia.


Solo el coraje y la justicia

de la fuerza universal que nos juntó

y que siempre nos amará.


En los tiempos venideros

también seremos nosotros

los primeros y los últimos,

los generosos.


Los que pudieron doblegar

a la muerte con el fulgor de la guerra

de un amor eterno.


Ven, dame la mano,

caminemos despacio

por la arena y la vida.


Seremos eternos

cantando anhelos,

con nuestros muertos en el recuerdo 

y nuestra hija hermosa paseando.


© Maquinista Mute, 2024


https://poesiasmigueladame.blogspot.com/2024/11/amor-eterno.html


https

://comunidad.poemame.com/t/amor-eterno/76572?u=adame.vm



miércoles, 27 de noviembre de 2024

Despierta




 Despierta


Despierta,

que nos despoja la madrugada

hasta la última palabra.


Y el silencio no escucha;

su delito es saber

que tu memoria ha olvidado el amor.


Amor,

antes tenía sueño,

sueño violento,

como las olas del mar enfurecido

por el asombro de las marinas hermosas.


¿A quién le importa

que el fuego sea una agonía

en la hoguera de tu corazón?


Quiero ser tu escolta ante la mentira,

sin la muerte que olvida

o la ejecución de una efímera espera.


Despierta,

que la infamia es indiferente.

Abrázame,

lo has hecho tantas veces.


Tu abrazo me consuela,

me sonríe con sus metáforas,

sus rasgos antiguos,

bálsamo ante el destierro.


Aquí estaré,

imputable,

como el hierro que agudiza otro hierro,

con el huerto de mis aventuras tocándote.


Despierta,

que siempre te he buscado

en los confines de mi corazón,

en la espera que paga con esperanza.


En las voces del ayer

y un futuro incierto,

lo único ver

dadero es el amor.


© Mute, el amoroso, 2024



martes, 26 de noviembre de 2024

Lo mejor está por vivir

 


Lo mejor está por vivir


Lo que somos,

como si el sueño reposara en la mente,

despierta,

pues se están robando las ilusiones.


¿Por qué estás triste?

¿Acaso no has vivido ya demasiado?

¿Cómo para haber disfrutado

de los cielos, los mares

y los bosques frondosos?


¿Qué no has visto ya

tantos días y tantas noches,

y la espesura de las cosas

ha transcurrido como si fueran gaviotas?


Hasta tus párpados no quieren cerrarse,

quieren seguir observando,

tus pulmones quieren oler la brisa del mar

y las flores que se esconden del frío.


Frío,

ese que se aferra a la noche

en su madrugada,

ese que cala a los huesos

casi como el desamor.


Abrázame, Sol, tan fuerte

hasta que se extinga la tristeza,

y los recuerdos que perdieron mi alegría

sientan pánico ante mis risas.


Lo que somos,

un montón de recuerdos con gloria,

manos que sujetan el amor,

razones y pretextos sin sentido.


Así que sonríe,

despierta,

necesito de tus ojos,

de tu mirada de amor,

que tus desventuras, para abrazarlas

con mi consuelo.


Todavía viene lo mejor,

lo mejor está por vivir.


© Maquinista Mute, el amoroso 2024



viernes, 22 de noviembre de 2024

Sin miedo



Sin miedo


No le tengo miedo al abismo,

al acto irrevocable,

a la zozobra ciega de un remordimiento.


A veces el sentimiento tiene envidia

del tiempo y sus laberintos,

del eterno universo.


Causas diversas,

efecto de los sueños;

razonar es una costumbre de viejos.


Amor,

hoy no pude simular

que el fulgor del fuego

se apaga en los secretos.


Que tenga miedo el siniestro,

mejor que el oro son los versos.

Mañana, a nadie le importan mis besos.


Soy feliz

sin la felicidad de otros.

Es complicado:

el poema inagotable

jamás le llegará su tiempo.


A veces siento

que morir tan despacio

es un regalo del tiempo.


A quién engaño,

el tiempo pasa rápido,

no deja suspiros;

cuando te das cuenta,

eres un esqueleto.


Aún así no tengo miedo:

el miedo es misterioso,

celoso de un éxodo.


Mi poder es mi trova,

la aurora en el ocaso,

el alba en sus jardines frescos.


El perpetuo eterno

no es un instante,

es un refugio en la tormenta.

Jehová es mi Dios.


Él no conoce el miedo.


© Mute, el amoroso 2024



jueves, 21 de noviembre de 2024

Queriendo amar




Nuestro propio pasado,

es inútil el coraje en el tiempo;

podemos olvidar todavía,

pero el cielo es solitario.


Busquemos en el mármol esa estatua

que tiene un rostro oculto.


Hasta que la pregunta

tenga una luz vaga

y la impostora sea un consuelo.


Memorial de haber sido feliz

por haber amado.


Hasta que el cariño

siquiera sea el amor de un día,

no te vayas todavía.


Arrebátame la sensación

irrevocable de la zozobra,

con el dolor y las vicisitudes vanas.


El abismo aún te añora;

que sea para ti un carnaval,

y yo aquí seguiré,

con mis ojeras fingidas,


queriendo, como siempre,

poder amar.


© Maquinista Mute, 2024



miércoles, 20 de noviembre de 2024

Regresa

 


“Regresa”


Regresa,

crepúsculo iracundo

en lo alto del día.


Aquí estoy, en la tarde aterrada,

desde que fue tu partida,

alquilando gaviotas y aves perdidas.


Somos y seremos lo que hubiéramos querido,

la forma piadosa del recuerdo vivido.


Regresa,

vamos, que la penumbra traviesa,

traslúcida y opaca,

abrace el miedo y el frío.


Déjame que te ruegue,

mis manos tienen un crisantemo rojo

en el espacio y los laberintos

de unos labios rotos.


Somos el mito y la distancia,

arduo amor,

estrellas infinitas del eterno cielo.


Más allá de los aniversarios,

de los símbolos y los besos,

somos la historia de la alegría,

el hermoso amor del eterno alfarero.


© Maquinista Mute, 2024



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Aquí estuve, aquí estoy, aquí estaré.

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Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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