Nació poeta
sin soportar el ruido
en un bullicio escandaloso
de un silencio cauteloso.
Nadie le creyó
terminó escribiendo panfletos
que soñaban con ser pergaminos,
soportarse a sí mismo es un rol superior.
Creyó escribir poesía que llora
que habla en protesta
al ser enmarcada
en un soneto perfecto.
Su poema fue su bendición
en una carne imperfecta
que palpita sollozando una súplica
que exhala en cada poema vertido.
Como si la poesía fuera
un molde inconcluso
que esgrime una rima rebelde
que prefiere soñar solamente
con un mensaje que improvisa sílabas tristes.
Nació poeta
siempre teniendo esa hambre
que aún en la noche
no se cubre con su velo de madrugada.
Hambre de seguir escribiendo
palabras remotas
que prolongan la quimera de un amor
que nunca renunció a escribir un verso.
Nació poeta en la quietud que tanto inquieta
hasta convertirse en una anti ansiedad
cada vez que se agita con el viento frío
de un invierno tardío.
Nació poeta en sus calosfríos,
destrabando pensamientos inconclusos
de un reloj descompuesto y roto
por tanto contar esos poemas locos.
Nació poeta,
nunca morirá en esa amargura inútil
que es cosa de pensamientos difuntos
de un pasado que solo se olvida.
Nació poeta
en una epístola moribunda
que se escurre de la esencia
de un pensamiento abstracto.
Él Mute
21/05/2019.
