No se lo digas a nadie
lo que fuimos
la fugaz posesión
de una existencia prestada.
La posees con ilusión
y con tanta constancia,
tener que aceptar
que el apego no deja nada.
Vivo con ilusión
el ahuehuete que planté
será la sombra de mis flores
y las aves amadas.
Nadie fui antes
nadie soy ahora,
quizá un recuerdo
que será olvidado mañana.
Frágil y efímero
es el tiempo prestado,
no le hago batalla
a la eternidad inexplorable que siempre gana.
Nada de sufrir, nada que reprochar
la vida es un regalo Divino
que no se te vaya
como agua corriendo en un grifo.
No se lo digas a nadie
lo que fuimos
la fugaz posesión
de una existencia prestada.
Te confieso,
quiero vivir para siempre
en la sombra de ese ahuehuete
que sembré para que descansaras.
Miguel Adame Vázquez.
14/05/2019.
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