Estoy aquí frente a la tristeza.
Escuchando los alaridos de las mismas tinieblas.
Recogiendo todos los pedazos de tu propio abandono.
A lo lejos solo observo tu estampa.
Eres como una muñeca abandonada que aprendió a usar el engaño para poder esconder su propia soledad.
De esa tristeza que no sacia su sed de pertenencia con todas las mentiras que a veces alimenta tu presumida ansiedad.
Estoy aquí, tal vez un poco estoico.
Soportando el frío de tu cuerpo abatido y sediento de sangre y violencia, porque no encuentras en tu propio vacío una sonrisa que te devuelva el sentido lógico del habla.
Estoy aquí, tal vez un poco enmudecido por la rabia iracunda y entupida que ciernes.
Esculpiendo los motivos e ideas de sobra para crear un espacio en el abismo de mi propia zozobra.
Estoy aquí, limpiando mi fe de tanta maldad que necesita tu violencia.
Observandote girar al rededor de todas aquellas palabras vacías con las que compras con un par de monedas.
Nunca te ha alcanzado con los mismos logros llenar el vacío del silencio que queda en tu boca.
Estoy aquí, creando la música que debe resonar en mis oídos para no maldecir todas tus horas.
Tal vez ya no es necesario contar tu historia.
La verdad siempre será la mejor compañera en un camino por las veredas de mi historia.
En ella quiero seguir siendo solo un caminante que se mantiene en calma.
Sin contaminar mi esencia de un intento de poder ser solo una estampa estoica.
Poesía
Miguel Adame Vázquez.
11/05/2015.
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Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.