Estoy aquí.
Detenido por el tiempo que nunca da razones para seguir adelante.
Con la rabia acumulada a flor de piel.
Con el fastidio que calumnia el nombre que nació con la verdad en un corazón que no le enseñaron a mentir.
Estoy aquí.
Sin un manojo de nervios sin sentido. Harto hasta el astió de sus pensamientos que en su delirio afirman que soy solo un peligro.
No ven su propia falsedad.
La sangre me hierve y con la fuerza de mi puño emprendo la guerra.
En lo más alto de la gloria detengo mi escudo.
Mi voz fuerte es una coraza que amuralla porque nunca sabe caer.
Nunca me verán partir en aquella noche que estalla bajo la insensata metralla.
Nunca me verán caer por los dardos que no cesan con su traición y el sufrimiento de otros.
No podrán derrotar tanto amor sin precio.
Más allá de los instintos y de una furia que resiste a las brazas del propio fuego está el amor que apacigua el furor que hay dentro de mí.
Es por eso que me sujeto tiernamente a la fuerza de lo que siento, porque es un valor verdadero, son abrazos llenos de ternura que crece dentro de mí.
Solo así venceré a la angustia que se alimenta de la mentira por un odio que persigue a su propia necesidad de dominación.
Estoy aquí.
Detenido por el tiempo.
Venciendo las razones que se tienen para poder seguir.
Forjando el fuego de su entera soledad.
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