Hubo cosas felices
una noche que llueve,
un gorrión labrando el viento.
Tú árbol sigue ahí,
el mío en la noche
todavía confunde a la sombra
en su camino por los sueños.
Extraño a la palabra
que ya no ignoro,
los versos que hizo mi padre
en un sueño.
Hubo cosas felices
tus labios invencibles,
la mirada de un jardín
que se bebe el bosque.
Hoy el alba
espera desvelada
en una realidad distinta.
Deambula en el tiempo
buscando un poco de esperanza.
No te creí
era mortal,
ahora la muerte
es una metáfora que viene.
Espectacular. Bucólico, visual, nostálgico reflexivo. Reúne muchas características que lo convierten en un gran poema.
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