Todas las cosas,
todo lo he visto
el amor hasta el hastío,
el odio pintando de rosa.
La gente ganando batallas,
la sonrisa huyendo a distancia
los versos morirse,
la palabra sumando derrotas.
El tumulto seguido
por un bruñido infinito,
la Luna que declina
alumbrar un camino.
La doctrina imponerse
a un fiel manuscrito,
la última hora
declamando un suspiro.
Todas las cosas
todo lo he sentido,
el amor de un poeta
la trágica sombra olvidando las rosas.
Lo imposible, posible
el amor invadiendo a las sombras,
la tierra caliente
escapando en mil formas.
Todas las cosas
todo lo he sufrido,
la metralla precisa
el afligido rogando cariño.
El disperso clamor
de una lágrima rota,
la faena es una historia
que no siempre es otra cosa.
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