Sin querer
uno se hace el hombre,
es tán casual
cómo el amor de una flor.
A mí me pasó
entre lo más implacable
el viento fuerte fundió.
Ahora comprendo,
después de los años
el silencio no es todo
es sólo un paso inmortal.
Que bello es darse cuenta
que el ciclo de la vida
es el amor eterno
que no tiene final.
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Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.