Si tan solo vieras
que son sepulcros los que vigilo,
viento que tirante solo desdobla.
Tu historia es
un remanso inmortal,
un recuerdo rozando las manos.
Como un pasado inestable
en la certeza de una nube
que siempre abandona.
Hemos llegado
con el sobresalto de un ciclón,
con el frío somnoliento en tanta pena.
Impetuosa es la mañana
de un cielo jadeante,
girasoles extraños que adornan tu mirada.
Dónde está tu luz agonizante,
el fango libre
no tiene piedad.
Hoy hasta ser amado
es obsceno,
mundo ardiente en un basurero.
Todos huimos a las colinas
sin voltear atrás,
cuántos de nosotros solo fuimos.
No alcanzan las palabras
tiemblan los dientes,
triste lamento en cuarentena.
Alégrate,
no se puede morir dos veces,
perdona.
Renaceremos con amor.
Maquinista Mute.
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