Déjame vivir,
que la muerte tenga miedo,
guardaré silencio,
será tan despacio.
Será lento
que no veremos
la miseria y el horror de un instante.
Quédate con mi boca llena de amor,
hermosa,
busca la esperanza que amanece.
Espera a la noche
hasta que tus ojos
quieran cerrarse,
sueña de algún modo
que Dios está contento.
Abrazame fuerte
como si estuvieras viviendo,
quiero sentir esos pretextos
y levantar la cabeza.
Que la tristeza llore,
sin escalofrío,
que la memoria
sea un fruto incandescente.
El tiempo está vacío
en la resaca de quererte,
que amanezca la mirada
con sus largos segundos
tan desnudos.
Oye mi voz
con cada palabra,
seré tu refugio
en un instante tan mudo.
Déjame vivir
sin los espasmos
de un corazón anhelante.
Seremos cómo un juramento
con sus letras inmortales.
Maquinista Mute.
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