Solo tristezas,
las palabras quisieron llorar
pero no pudieron.
¿Qué esconde la oscuridad?
un misterio,
mentira.
Yo amo las flores
y a la noche.
En el umbral de un instante
llevo mi ataúd,
traspasando las miradas.
Me duele la espalda
soy una víctima del peso de la tierra
sobre mis hombros.
Pregúntale a la madrugada
esa que se roba mis deseos,
a mis sueños que soplan las cenizas.
Al polen fecundo
que apacigua a las semillas
que quieren nacer.
A ese niño que dormitaba en la eternidad,
en los bosques de primavera,
en los deseos de ser un hombre.
La luz duele
en la misericordia de un instante.
En las pestañas que se caen
por no cerrar los ojos.
Nací prematuro,
es por eso que ahora
me cuesta dormir.
Salí antes en el universo
y así me quiero quedar.
Viviendo el crepúsculo que llueve,
buscando mis delirios
en los murmullos de los árboles.
Anocheciendo a los cincuenta
comiendo verduras en el horizonte,
defendiendo a las nubes de un tórrido sol.
Caricias del rocío
cómo las extraño,
ya no me gusta
despertar de madrugada.
El silencio es mi sabiduría,
gotas de amor.
Incontables son los sentimientos del cielo
hasta los últimos confines
de la maravillosa existencia.
Solo tristezas,
no lo creo.
Maquinista Mute.
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