Los otros

El otro y su delirio

palabras en despojo,

húmedo recuerdo

que se agota en un espejismo
aciago y roto.

Solitario en una mirada que perturba

contador de historias

cuerpo mudo en su luto

desvalida espera que perdura y solo espanta.

El otro no tiene tristeza,

duerme en la indolencia

de no saberse pisoteado

como un viudo en su última misericordia.

Sonríe en solitario

desvelando su ira impura

como si resultara muy barato

purificar el tiempo con mentiras.

El otro ama la incertidumbre

esa que no sucumbe con el odio,

llora en el destierro

como si fuera un caudillo sin imperio o mando.

Su silencio siempre es cómplice

de historias que se desvanecen

en su lúgubre demora,

penumbra azotada por el rechazo que desploma.

El otro es engaño que fatiga

indiferencia rota que te olvida,   

el único vicio es tener memoria

no te olvides que la noche se desborda.

Nace en la cólera

como espuma salpicada por las olas,

tempestad que aparenta

ser por siempre la pura gloria.

El otro y su pasado

sin aliento y morada

tiene hambre no de alimento,

eres su ayuno que solo calla.

Él Mute

06/03/2019.

Amanecí sabiendo a ti

Amanecí sabiendo a ti.

Con el dolor en la garganta

por tanto silencio.

No he sabido descifrar la locura,

no sé hasta cuando las tinieblas

pasarán a ser historias de terror

contadas como anécdotas de un desvelo.

Hoy se me escurre la vida

y no supe detenerla,

era tibia y latía muy a prisa

como queriendo huir de mí.

Duele todavía la ausencia

aunque duermes conmigo

nunca me has abandonado del todo,

te acaricio con el recuerdo

de las cosas que soñamos.

Todavía nos causa sensación

el invadir el futuro

con uno que otro deseo maravilloso.

Que hermoso es saber que estamos vivos,

aunque tiemble la tierra

y se sacuda el cerebro

ante tanto revuelo.

Amanecí sabiendo a ti.

No rehuyó a reconstruir la vida

que a veces se nos escapa.

Aunque duela amanecer de nuevo

vale la pena la nostalgia,

es el mejor remedio para seguir latiendo

con los duelos atados a la cintura

muy lejos del porvenir.

Él Mute

05/03/2019.

Solo una vez

Solo una vez,

el perro recuerda

cuando saciaste su hambruna solo una vez.

Perro callejero que habita

la casa de su amo,

fiel aunque sea un miserable saco de huesos.

Que será de su agonía,

sin entender de los que aman,

no han llegado a su vida todavía.

El otro perro murió,

aún recuerdo a sus ojos,

no sabía si debía correr o intentar darle un soplo.

Al otro día el perro murió

no estaba lastimando el paisaje,

se fatigó de vivir sin sentir nada.

Su dueño le abrió la puerta

para no ver la muerte

y reflejar su propia crueldad.

Miserable noche

en la que el perro no ladra,

llora en su aullido final con un dolor de agonía.

Quisiera ser un mecenas

ser la luz de la tierra,

por lo menos del perro que queda.

Perro callejero que tiene dueño

mueve la cola

como si fuera su última esperanza.

Quiero ser como ese Salmos

qué tanto lees cuando la noche

no alcanza para borrar el rastro de un ayer..

Solo una vez,

aventarme del cosmos

en un vacío sin sentir miedo al dolor.

Como si no importara

sentir vértigo

por todo lo que está abajo exonerando.

Él Mute.

04/03/2019.

Invisible.

Eres invisible

aunque brillas como el oro,

alas que se agitan cuando ríes

besos que se cierran

con el rocío de una mañana

que no termina de nacer

cada vez que lloras.



No sabes fingir en tu vergüenza,

también te lloro

en el coraje de la impotencia,

lazos rotos que no volverán

No regresará la tarde con su aroma a rosas.



Todos te querrán en la sospecha

todos huyen en la molestia,

suspiro de un olvido

en un mundo que no perdona,

yo te perdono

mis sueños siguen teniéndote,

de la mano vamos

Caminando por el campo entre la niebla.



No morimos

reímos con la esperanza

De seguir con vida,

aún eres invisible entre tinieblas.

Él Mute

01/03/2019.

Tulipán negro

Me aferré a ti

tulipán negro, vivías sin la luz Señalando el camino al destierro. Naciste en un día de noviembre, entre corazones que amaron y el veneno que se ocultó Con el dolor de un muerto. No puedo ir a donde tú vas ahora no me dejas escapatoria, tu agua se seca bajo un sabor de raíces que languidecen Sedientas en la aurora. Fuiste un tulipán marchito nadie nunca supo cuándo comenzó tu pérdida, eres un tulipán negro que llevaba su belleza En la obsidiana sin impurezas. Eras una flor que nació con la mejor estrella, el tiempo se encargó De nublar tu entereza. Solo espero que tu gloria no sea una blasfemia que acongoja, el negro entre tulipanes amarillos es una proeza bastante bella tulipán de mis ojos Dolor que agrieta mis penas. Él Mute. 01/03/2019.

Oyamel de mis sueños

Te planté con la esperanza
que crecieras fuerte
oyamel de mis sueños.

No importa que en el invierno
no lleguen mariposas
me conforma el consuelo
que en la vacuidad de este mundo
existes en mi recuerdo. 

Que perdura en mí memoria.

No quiero que seas un leño
o carezcas de agua
que alimente tus esperanzas,
eres pequeño.

Como una ilusión promisoria.

Más aún así te amo,
en la nostalgia de un sentimiento tierno
frágil y sin raíces.

Efímero en el honor de un deseo.

Me dijeron que no te sembrara
que no crecerías
que mis ojos nunca verán tu sombra,
que ninguna mariposa reposará sus alas.


Qué importa si con el tiempo creces
y soy pasado de tu naciente obra,
habré dicho que plante un árbol
no fue cualquier árbol,
eres oyamel de las alturas
rey del bosque tibio. 

En un invierno cruel y frío.

Mariposas que vuelan en las alturas
miles de ellas no regresarán en primavera,
son un pasado que ensombrece con su paso el cielo.

Te planté con la esperanza
que crecieras fuerte
oyamel de mis sueños.

Hija de mis eternos ruegos
pronto algún día volarás de nuevo,
vivo con la esperanza
de que no olvidarás tu camino
y regreses conmigo.

A regar el oyamel pequeño.




Él Mute

27/02/2019.

Cuantas veces

Solo me bastó un instante
para convertirme en un prófugo de las palabras,
nunca aprendí a callarme
si lo hubiera hecho
no sería la piedra en el zapato
que siempre incomodó.

Preferí vivir en la profundidad de los rostros ajenos,
sin falsedades,
sin extrañar el lado más cómodo del silencio,
sin los límites que vagan desafiantes
como si fueran espacios interminables
para poder reír.

No sé si soy feliz,
no me atormenta el saber lo que piensas de mí,
pronto te irás con el tiempo
como si fueras esa camisa de moda
que se esconde en el olvido
de un efímero recuerdo.

Preferí una tarde serena
en la que pudiera recargar mis ideas,
tal vez siempre fui un ingenuo
por no separar mis letras de tus pensamientos
nunca me importó usar un corrector de estilo,
que nunca sepas lo que pienso de ti.

La escritura siempre tuvo reservadas
las mejores ideas para mí,
proliferaron como si fueran
un montón de hormigas que trabajan fuerte
con el único propósito de huir de la soberbia,
ese alimento que causa sordera y dolor sin amor

así lo he pensado siempre.

Nunca morí cuando tú lo dijiste,
me hiciste ver como un dolor iracundo
que hierve con el deseo

cada vez que escucha los rumores expuestos de un otoño
que adorna sus pensamientos
con las hojas secas de una desolación.

Cuántas veces
has recitado un sermón funerario en mi honor,
pero no me muero

sigo aquí,

respiro casi igual que ese bebé que nació hoy.

Los días ahora son débiles
aun así no vivo obsesionado con las cosas
algún día seré yo quien te lleve rosas a tu funeral,
la vida en su primavera

siempre ha guardado su calor para mí.

Solo me bastó un instante,
me convertí en un prófugo de las palabras
nunca aprendí a callarme
si lo hubiera hecho
no sería el narrador de mi propia historia,
esa que siempre vivió para hacerme reír.

Soy un prófugo,

de cada unas de mis palabras,

así soy feliz,

viendo como te lamentas

de cada momento que sonrío

a pesar que las noches se acortan traviesas,

cuantas veces más será así.

El mute

25/02/2019.