Amanecí sabiendo a ti.
Con el dolor en la garganta
por tanto silencio.
No he sabido descifrar la locura,
no sé hasta cuando las tinieblas
pasarán a ser historias de terror
contadas como anécdotas de un desvelo.
Hoy se me escurre la vida
y no supe detenerla,
era tibia y latía muy a prisa
como queriendo huir de mí.
Duele todavía la ausencia
aunque duermes conmigo
nunca me has abandonado del todo,
te acaricio con el recuerdo
de las cosas que soñamos.
Todavía nos causa sensación
el invadir el futuro
con uno que otro deseo maravilloso.
Que hermoso es saber que estamos vivos,
aunque tiemble la tierra
y se sacuda el cerebro
ante tanto revuelo.
Amanecí sabiendo a ti.
No rehuyó a reconstruir la vida
que a veces se nos escapa.
Aunque duela amanecer de nuevo
vale la pena la nostalgia,
es el mejor remedio para seguir latiendo
con los duelos atados a la cintura
muy lejos del porvenir.
Él Mute
05/03/2019.
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