Bastó un rato egocéntrico
para que en el aprisco abyecto
se bajara corriendo como una cabra traviesa,
ese orgullo maldito que me tiene tuerto.
De un porrazo seguro
me hubiera eclipsado,
como luciérnaga necia
iluminado el desprecio.
Ahora no me queda otra
más que sonreír como menso
olvidar al resplandor
que lo tengo ya ciego.
Maligno cenit es el insomnio
solo veo en él un colibrí volando,
aletea en la neurosis de mi sien
que absorta y demente me vota.
Ahora solo me falta
ver elefantes volando,
prefiero un cisne o un ganso
sería para la mente lo menos extraño.
Prometí dormir en el sereno
entre azules cielos y una serenata hermosa,
es el paraíso a morfeo
así que apresuro el verso.
Resultó ser como una hiena que ríe
con su macabro festín en festejo,
seré como un sueño muy rico
mi estirpe obesa lo és, convenzo.
Mejor me duermo en la hamaca
el cielo se torna espeso,
nunca seré un sonámbulo espanto
soy la eterna soledad que en un axioma converso.
Él Mute.
01/05/2019.
