Las ideas se derrumban
mueren,
escuchan todo
y están perdidas,
como una casa vacía.
Necio
¿virtud o desencanto?
nadie te escucha,
solo el viento
y los muros viejos,
desiertos.
El ciprés está triste
esbelto,
dulce muchacha
que en sombra es un manojo
de espigas que acarician lento.
Mírame
el cielo está convulso,
desgarrado,
irrevocable
como el tiempo que muere
por amarte sin miramientos.
Todas las palabras
son como leña fresca
en la hojarasca
en la tragedia
absolutamente todas.
Si muriera esta noche
quisiera soñar con un poema ligero,
ser como esas gaviotas que vuelan
en un cielo nuevo,
solo duermes.
Mi duelo no tiene nombre
tampoco lágrimas,
mi enfermedad es morir
no de vejez,
angustia o cansancio
solo mueres.
Más allá de mí
están mis manos vacías,
quieres llamarme
pero no tiene labios
con que consolarme
cerrados.
Esperanza
profunda y solemne esperanza,
tu piel suave
tersa,
sonrisa dulce y profunda
nerviosa.
Quiero vivir
vivir un poema más
descansa
vivir por ti.
Él Mute
26/03/2020.
