Rodeado,
no me acostumbro
a la hora encerrada,
caras airadas,
preocupadas, reposo,
la vida está cansada.
Señales,
la fe
Somos puros mortales,
el continente huye
como si nada fuese a quedarle.
Tristeza
cielo venturoso,
que no llegue el aire
no quiero guardarme.
Fatiga
ánimo afligido,
el sueño
no quiero quedarme.
La muerte,
mi muerte,
la muerte de otros,
mezquino es el veneno
que viene a matarme.
La tierra tiembla
los mares arden,
el virus se extiende
extraño a mi madre.
La guerra
invisible,
el enemigo se perpetúa
siempre campante.
El polvo se mueve
no soples fuerte
que quiero amarte.
La gente se ausenta
nadie camina,
ciudades de acero
vacías
el último odio invadió
a nuestras vidas.
El campo, estrellas
el naranjo con flores,
no se da cuenta que afuera
la gente angustiada patea.
No pierdas la dicha
la esperanza no tose,
no se contagia,
no se asusta
el amor vivirá en la aurora
de una tarde hermosa.
Sobrevive,
¿quién escribirá los poemas?
¿quién leerá los poemas?
la vida es el regalo más hermoso
que me has dado,
amar consuela.
Él Mute
14/03/2020.
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