Euforia
basta con mirar a el mundo
y encontrar a las miserias,
el dolor no lo es todo.
Verano desierto
indefinido,
despierta, todo comienza
a girar lentamente.
El río se escucha de lejos,
el ganso reclama a el intruso
que llega balbuceando un te quiero.
Brisa
tenue mañana,
la soledad tiene
sentimientos remotos.
Ya sé de tu silencio,
oblicuo amanecer
que se obliga
a fabricar sus pretextos.
Angustia,
brillan los carbones
bajo el fuego de un poeta
que te ama tanto.
La gente inestable es errante
innumerable,
como el dolor de una mañana
que palidece al tacto
de un instante nuevo.
Miedo a separarse
del bello bosque
que te dio el amor
eso lo es todo.
Apresurado,
invisible a la piel
y a la carne que tiembla
dentro de mí.
Abstracto
todo llega y luego se aleja,
incómodo
la nostalgia no tiene
quien le escriba.
Horizonte,
todo es cuestión de ver
de dónde viene el mundo
para huir de ahí.
La muerte golpea furiosa
cada sentimiento
que quiere vivir,
inteligencia
bella metáfora del aire.
Nunca vivirás con alguien,
no te alcanza la literatura
para ignorar el basto amor
que rellena a unos pulmones
tan tristes.
Adentro,
delirio nocturno
que mueve la atmósfera
cada vez que el frío
se pone violento
al escuchar tu voz.
Cuestiones,
todo es cuestión
de a quién le importa.
A mí me importa,
cada torrente
que se precipita con furia
a la valiente imaginación
de poder amar.
Si la vida fuese
como la lluvia inmensa,
el mar sería tierra seca.
Estoy tan cerca de ti,
que mis oídos no distinguen
el instante empobrecido
de la confusión de un amor.
Pertenecemos a las sensaciones
a cada una de ellas,
soñar
soy de todos ustedes,
nervioso
es absurdo arrodillarse y morir.
Él Mute
07/03/2020.
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