Volante,
horas desiertas,
no puedo perderte,
los gritos se desbordan.
Oscureciendo
hasta desfallecer.
Arde el crepúsculo
en un remanso inmortal,
el viento está enfermo
de tantos recuerdos.
Memoria,
los escollos inestables
de un acantilado
que le tiene miedo a la muerte.
Alturas,
frio impetuoso,
la ansiedad tiene tu rostro
no deja fluir.
También fuimos hojarasca
y el canto de un mirlo,
ahora somos una muralla
que se estrella en el amor doloroso.
Extraño tu cabello suelto
y esa pequeña luz,
suspira la memoria
en aquella historia sin eco.
Somos pobres y enfermizos
en un mundo ardiente,
tan cotidianos.
Espera
mi delirio es amor,
cansancio esparcido
de cuando solo fuimos.
Nosotros
en un muro olvidado,
tiemblan las palabras tan muertas.
Levanta la cabeza
que el cielo tiene nubes,
sueños perdidos
bajo un triste viento
que no perdona.
Renacer con amor.
Maquinista.
Suspira la memoria
ResponderEliminaren aquella historia sin eco.
Cada frase me da gusto leer. ��������