La primavera tenía mi esperanza,
llegó el invierno con su desesperación
y a la primera oportunidad lo congeló todo.
Así que tomé un poco de nieve
era perfecta,
aunque perdí calor y sentí el frío.
En el frío tuve la oportunidad
de generar un recuerdo,
tu recuerdo.
Quise adaptarme a el frío
pero morí deseando vivir,
el frío no fue el culpable de todo.
La pandemia ha sacado
lo mejor y lo peor de mí,
el veneno del miedo.
La muerte no me destruye,
lo hace un amanecer
sin opción al futuro.
Tengo la libertad
de hacerlo todo
o no hacer nada.
Esa es la locura,
el centro de mi fuerza y coraje
encontrarme a mí mismo y vivir.
Sin culpa y remordimiento,
con mis fracasos rotos
y mis esperanzas.
Arrancando
a la última oportunidad
un corazón con amor.
Respirando a cada segundo,
sabiendo que la derrota y la victoria
saben mejor cuando se comparten.
Mí camino es infinito
y a la vez muy corto,
depende de cómo quiera vivirlo.
Con la esperanza en la primavera
y estar contento con un copo de nieve,
sentir frío y calor a la vez es perfecto.
Maquinista Mute.
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