El fingidor
el que multiplica los sentidos,
el que vuela
en un espejo fragmentado.
El idéntico
el que vive a pedazos,
el que aspira a la infinitud.
El que colapsa
en una paradoja semántica,
el admirado,
el que admite emanciparse.
El que se desvanece en una ilusión,
el desgranado,
el que habla solo en el silencio.
El de las muchas voces,
el inaudito
el que ama su disfraz equivocado.
El que pregunta en su abandono,
el imposible
el que ama tus labios
en desasosiego.
El impuro,
el que sabe a materia espontánea,
el adversario,
el cotidiano.
El trastocado,
el que huele a la muerte,
el imparcial,
el metafórico.
El apurado,
el que escribe a las sombras
de un arcoíris,
el de la pirotecnia anarquista.
El que ama a la noche,
el que olvida respirar,
el de los párpados de agua
y elegante poesía.
El fingidor
el pescador,
el carpintero del alba marchita.
El que te ama,
el que se bebe a la noche,
el exigido,
el vigilante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.