He volado,
he huido,
y aún así las flores de un volcán
sobreviven intactas.
No puedo perderme de nuevo
en cada grito
que desborda a la primavera.
Hoy busco la gracia
en la única prenda que me dejaste.
Un zumbido en el crepúsculo,
un remanso inmortal
en lo alto de esa montaña.
El amor es inestable
lo sé,
como el núcleo de un átomo
que perezoso sobresalta.
Fuiste fulgor en unos lirios
que impetuosos
sumergían mi esperanza.
Aún así fuiste un girasol
que enloquecía
con la música al fluir.
Nunca más con la ansiedad
que temblorosa,
en el filo de una navaja se balanceaba.
Hoy tus ojos están sueltos
hacen volar los sueños.
Y pensar que fui fan
de la miseria humana,
esparciendo las palabras en un olvido.
Nombrar el silencio
sin apretar los dientes,
no importa.
El amor nunca falla.
Mute.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.