Te he de vencer flotando
entre el espacio y un vacío,
aquí no hay viento
o tempestades que sacuden tu limbo.
Ahí no existe la poesía
esa prosa esplendorosa
que exagere las cosas
para inventar lo que no se entiende.
Te he de vencer flotando
entre la zozobra inherente a las ansiedades
y la sucia estirpe influyentista
de saberse hundido en un lago frío sin señales.
No existe la memoria
solo la querella que es tu gloria,
olvidaste mis heridas
esas que con daga las creaste.
Te he de vencer flotando
sentado en mi sillón viejo y sin gloria
entre la nada y una noche larga
respirando fuerte más que suspirando.
Te he de vencer flotando
entre los años que pasan
y una juventud que llega jocosa
ante tus ojos en la diáspora dolorosa.
Te he de vencer flotando
en medio de un mar abierto y quieto
grisáceo y sin señales de vida,
tengo fuego, tengo ira, es motor con osadía.
Dejemos de aguantar el aire y respiremos
es sencillo es la vida,
me has robado lo que tengo
lo que me mantenía con vida.
El anhelo en los sueños
el deseo de sentir algo,
el amor a lo que hago
que me quita el peso que llevo a cuestas.
Te he de vencer flotando
en espacio y sin salida,
con las manos y los ojos
arrancándome el corazón con un golpe
no lo quiero, es tardía.
Te he de vencer flotando
indefinido y sin espacios
con cada partícula diminuta
de un amor sojuzgado.
Aprendí a amarme sin cerebro
sin abrazos o besos,
un momento, un pretexto
una cosa sola al día.
Él Mute.
09/05/2019.
