Perdición

Te perdí

en el oscuro vacío de la indiferencia,

estás a gusto

asienta la soledad.

Te veo en la distancia

espejo quieto,

inherente a la sospecha  

que nunca es verdad.

Ya no sé si aún respiras,

solo veo ese color de labios,

rojo carmesí  

contrasta con unos ojos tristes.

Tienes la mirada de la muerte,

de Pedro Páramo

en un horizonte sin sombras,

la mirada de la disolución.

Escuchas

pero ya no oyes

te sedaste los sentimientos

para no sufrir.

Deambulas entre el bullicio

de tus pensamientos

entre ideas que llegan y se fugan

antes que sean un pensamiento.

Entre un libro que narra la vida

que nunca llevaste,

que nunca alcanzará

a ese futuro que es mucho pasado.

Siempre pensé

que estaba lejos de esa burbuja,

que mi oasis era verde

y las aves amaban sus frondosas palmeras.

Me perdí

entre la resignación y las noches largas,

entre los reclamos

y las heridas que nunca sanan.

Me veo a la distancia

me muevo tanto

que nunca podré capturar mi corazón,

imagen borrosa escabulléndose siempre.

Huyendo sin lograrlo

con la mirada en la vida,

pensando en los poemas

que nunca serán un escaparate con precio.

Caminando sin parar

hasta que los pasos se hunden

en el camino que nunca llega

a donde no sabe a dónde ir.

Así que floto

lo he hecho bien tantos años,

entre sonrisas a extraños

y poesías del holocausto que solo viven.

Nos perdimos

entre el sabor de un pétalo de rosa

y una canción incierta

que murmura a carcajadas como si estuviera loca.

Nos perdimos

en el alarde de un fatalismo

sin esperanza,

en la rama que se rompe con el peso.

En la calma del mundo

que siempre está drogada,

le ha puesto un precio

a nuestras cabezas.

Arde tanto

cierro los ojos y no respiro,

solo escucho las risas de una melodía

que perpetúa la desunión.

Él Mute

04/05/2019.