martes, 4 de abril de 2017

Mis horas más antiguas quieren sentir solo mi cansancio.


Mis horas más antiguas quieren sentir solo mi cansancio.
Solo en él podrán hacerse de la parte más oscura que algún día habitó en mi existencia.
Nunca he ocultado qué tal vez solo fuimos un aliado para una voz que es cobarde.
Que mis ojos se refugiaron en los pretextos de otros para poder seguir teniendo la esperanza de soñar que era un héroe.

Un héroe que nunca lo fue del todo.
Que no quiso o no pudo afrontar a un río que se desborda de su cauce estrujándolo todo.
Que solo enmudeció con los truenos ensordecedores que trastornan la calma monótona de una vida cotidiana.
Que no supo nadar en una corriente de agua turbia y desquiciada que te hunde en la desdicha de la duda permanente.

El torrente lodoso borró toda la ilusión que existía y solo siguió inmutable arrasando con todo lo que se encontraba a su paso.
Solo quedó un lodazal de prejuicios y maldiciones sin censura en donde los ojos me juzgaron sin yo poder hacer una defensa.
Su veredicto fue hallarme culpable por todas las noches que no hice nada para detenerlos.
Porque después de esa tormenta solo atiné a recoger mis recuerdos y actuar como si no pasara nada.

Muchos de esos recuerdos nunca más volvieron a ser míos.
Se quedaron con la parte de mi rostro que sobrevivió a tus miradas más incómodas.
Aquellas que solo quieren mostrar la dureza más melancólica y triste de una tarde lluviosa que queda.
Te quiero mostrar el rostro más sublime, lleno de misericordia, que todo lo perdona, como fue perdonarte el abandono a los principios más sabios de esta vida.

Mis horas más antiguas quieren sentir mi cansancio y así poder apoderarse de lo que todavía existe en mi presente.
No las dejaré ni un milímetro avanzar sobre los anhelos más queridos que con mucho dolor he ganado.
Aunque en la lucha por querer vivir mi presente se tope con la realidad que se escurre queriéndose llevar a mi propia vida.
Estoy dispuesto a correr con ese riesgo para vencer a mis horas más antiguas que solo quieren revivir mi oscuridad.


Poesía
Miguel Adame Vazquez.
05/04/2017.



lunes, 3 de abril de 2017

Siempre te amaré.




Me entusiasma saber que dejaré en ti un recuerdo permanente que difícilmente podrá guardarse en el olvido.
No soy nada especial, nunca lo he sido.
Pero siempre intente desafiante recorrer con mis palabras a más de uno de tus amados sentidos.
Ellas nunca solo fueron para mí letras vacías.

Cada una de ellas siempre han amado abrazar con ternura a cada una de tus esperanzas.
Me ilusiona poder vivir contigo bajo el cobijo de un momento que siempre será más que un solo instante.
Quiero sentir que lo logremos.
Estoy seguro que en algún momento de tu vida tus ojos fueron más que dos brillantes estrellas que cegaron con su luz a todas mis palabras.

Nunca necesité que algún verso por mí hablara.
Para qué escribir si lo estaba viviendo.
Para qué soñar si en un abrazo constante sentía que lo único que importaba era solo estar siempre a tu lado.
Nadie creerá si les digo que aquel muchacho logró amarte como nadie antes había amado en este mundo.

Yo sé que nunca te ha gustado contar historias.
Tal vez nunca le dirás a tu hija como fue que tú corazón latió desenfrenado ante el amor que en tu vida había llegado.
Tal vez nunca nadie sabrá la verdadera historia de nuestro amor único y verdadero.
Nadie te creerá si les contaras que una foto descolorida fue capaz de decirte que algún día vivirías toda tu vida con ese joven desconocido y desaliñado.

Hoy quiero que sepas que mi corazón te ama  cada vez que me tomas de la mano y caminamos juntos como si el tiempo nunca hubiera pasado.
Quiero que sepas que a veces en esta historia quisiera olvidarme del pasado.
Y poder regresar a vivir el momento exacto cuando con una sola mirada supimos que todo lo que el futuro viviría de nosotros sería más que un gran regalo.
Siempre te amé, siempre te amaré, siempre seguiremos amándonos.

Poesía
Miguel Adame Vazquez.
03/04/2017


domingo, 2 de abril de 2017

Ahora soy más fuerte.





He visto caer las hojas del tiempo.

Casi sin ningún esfuerzo el viento de los días las han derrumbando.
Siempre es así cuando la indiferencia conspira con el orgullo para fraguar una farsa que engaña hasta a él más astuto. 
De la misma manera fui cayendo al precipicio con cada una de todas tus mentiras.

Hoy tu verdadero rostro ya no esconde la oscuridad que todo este tiempo se esforzó por ocultarme.
Ya no me importan las preguntas sin respuesta ante un silencio que la sonrisa burlona gozó al ver cómo me dolían los engaños.
No me hace falta decir con voz baja lo que mis ojos tristes hablan.
Ellos son más que solo una señal muda de cómo caí en cada uno de todos tus señuelos.

Solo fui como un niño que fue tomando cada dulce que se dejo para endulzar a mis sueños.
Como pudiste robarme la inocencia de algo que para mí era tan santo.
Nunca te importo dejar cicatrices que costaron toda una eternidad sanarlas.
Endureciste con tu odio a un corazón puro hasta que al final tuve que dejar de amar todo lo que solamente me rodeaba.

Perdí años completos tratando de descifrar cada una de tus supuestas verdades.
Empeñe mi gloria y mis mejores lealtades en una búsqueda infructuosa.
Nunca encontré mis dones escondidos en tu misma desdicha.
Solo me fui evaporando como una gota única bajo el incandescente sol que todo lo evapora.

Solo me quede como una presa ciega atada a la carnada que se descomponía.
Pero aprendí a esculpir a el tiempo.
Y con simbolismo mi espiritualidad me saco nuevamente a flote.
La valentía renació en fortalezas a partir de todas mis debilidades.

La vida nos rompe a todos en algún momento.
Yo logré de mis pedazos hacer algo diferente.
Ya no soy el mismo de antes.
Ahora soy más fuerte.

Poesía
Miguel Adame Vazquez.
02/04/2017

jueves, 30 de marzo de 2017

Siempre será la poesía quien me salvará de ellos.



Tal vez deje transcurrir cada momento de mi vida tan rápidamente que no supe cómo contener a los recuerdos más preciados.
Tal vez fue un error el olvidar a los golpes que lastimaron a mis heridas más abiertas.
Pero nunca perdí en ningún momento la brújula que me alejaba del dolor más extremo.
Tal vez mis recuerdos ya no fueron tan claros como la memoria que es siempre inmediata.

Pero nunca fui una marioneta que se usa cuando se les da la gana. 
Los recuerdos se fueron revoloteando uno a uno como aquella polilla que está bajo la luz que resplandece de una lámpara en medio de la densa oscuridad hasta cegarla.
Tal vez nunca pude decirte que era más que una causa perdida.
Porque nunca lograron con su tortura hacer crujir mi esperanza.

Ella me quedo intacta como una imagen nítida que nunca se borra con la vergüenza de poder recordarla.
Tal vez fui yo con mi libertad que ilumine con la poca luz que me quedaba.
Porque nunca fui solo una catástrofe final de mis emociones. 
Jamás entenderán que nunca viví de una mirada que se cruza en la ausencia de los lamentos.

Tal vez nunca les mostré cómo detuve a los embates del viento.
Nunca fue necesario transcurrir en los recuerdos para vencerlos.
Fue mi poesía como un susurro intenso de la fuerza que vive en mi interior quien derrotó su ego.
Siempre será la poesía quien me salvará de ellos.


Poesía
Miguel Adame Vazquez.
30/03/2017


Poesía
Miguel Adame Vazquez.
30/03/2017

martes, 28 de marzo de 2017

Hasta la última salida




Hago maletas por si algún día el vacío se cansa de tanto esperar.
Y de pronto por el silencio tendencioso de la intolerancia tomo el camino del no regresar.
Hoy sigo disimulando que todo está más que perfecto.
Pero la verdad es que me sigue faltando el aire por las noches para poder respirar.

Ya no quiero seguir discutiendo con palabras banales y necias.
Es infructuosa el habla marchita que amaga con cortar las palabras que salen de mi boca.
Prefiero refugiarme en un momento perdido y solitario.
Que tener que vaciar una cólera que solo provoca amargura y maldad.

Tal vez sean los años que se acumulan sin mucha gloria.
Porque es más fácil cerrar los ojos con el cansancio de la misma intolerancia.
Que afrontar los problemas que ocasiona un hartazgo crónico e impersonal.

Hoy dejaré que  los discursos que he pronunciado por muchos años se acumulen en una sola salida.
Poco a poco les prenderé el fuego de la indiferencia que no se apaga con la culpa.
Caminaré sin ningún arrepentimiento genuino.
Hasta la última salida que la imperfección me dejo a cambio de poder sobrevivir.

Poesía
Miguel Adame Vazquez.
28/03/2017

lunes, 27 de marzo de 2017

Hoy soy feliz



Hoy agradezco cuanto tengo y soy.
Sin tomar tan en serio los errores y las dificultades.
Hoy quiero alejarme de los pensamientos negativos que siempre son un lastre muy pesado.

Hoy quiero ocupar mis sentimientos en ser mejor hasta que solo me quede tiempo para conquistar a mis propias libertades.

Hoy solo yo puedo evitar que mis días vayan en decadencia porque son muchos los que me aprecian.

Hoy soy feliz a pesar de un cielo lleno de tempestades y accidentes, de relaciones con decepciones.

Hoy soy feliz al encontrar la fuerza del perdón al no perder la esperanza en las batallas.

Hoy soy feliz por sentirme seguro a pesar de que a veces solo tengo mucho miedo. 

Hoy soy feliz porque he aprendido a reflexionar profundamente a pesar de las lecciones de mis fracasos.
Hoy soy más feliz en la alegría del anonimato que en la calidez del aplauso.
Hoy soy feliz porque vivo la vida a pesar de la incomprensión de los desafíos de un futuro dudoso.
Hoy soy feliz al saber que ya no soy más la víctima.
Hoy soy feliz al no tener miedo de mis propios sentimientos al pedir perdón.
Hoy soy feliz al decir te amo cuantas veces sea necesario.
Hoy soy feliz porque nunca he desistido en seguir construyendo lo que soy.
Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
27/03/2017.




Tu silencio será ahora una mirada vacía.



Cuantas veces evite que te rompieras en mil pedazos.
Nunca me importó tener que quebrar mi vida.
Preferí manejar mi dolor que ver tu herida con un sufrimiento lleno de cicatrices inútiles.
Simplemente te deje mi amor como un sacrifico perfecto.

Nunca debí humillar mis sueños para soportar todos tus defectos.
Debí gritar No cuando solo el Sí era la única respuesta.
Solo termine siendo un escudo viviente de tus propios afectos.
Un egoísta indolente al no poder dar mi amor con los límites fuertes.

Hoy mis letras trajeron oscuridad a tu vida.
Tal vez fue porque la soledad necesitó de tu compañía.
Tu silencio será ahora una mirada vacía.
Ahora solo seras un rincón roto, la deuda contigo siempre sera invisible por tu falso amor. 


Poesía.
Miguel Adame Vazquez.
27/03/2017.

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Huir de ti

  Déjame esconderme, huir de ti. Déjame buscar la esencia perfecta  de la loca ausencia, salpicar el vacío con lo invisible. Déjame ir afuer...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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