sábado, 23 de abril de 2022

Silencios

 



Mi silencio tiene un discurso largo

solitario,

le dispuse palabras

para que pudiera vivir.


No suelo pronunciar su sarcasmo

lo encierro en un diccionario,

con la esperanza 

que deseé amar sin querer.


Mi silencio es un acta poética

un capricho mudo,

un vuelo voluntario para nombrarme.


Coleccionista de inventarios

de sobresaltos perezosos,

fulgor de una esencia intacta.


No se avergüenza en la timidez

de una mirada anacrónica.


Mi silencio se evapora con la vida,

retando a la algarabía 

de un pensamiento sin memoria.


Hambriento de voces sin eco

de vestigios distantes,

de palabras muertas.


Mi silencio 

tiene tierra y viento,

circula impregnado de luz.


Es caprichoso

amante,

trasparente como el grito de un niño.


Va limpiando sus afectos y fulgores,

renaciendo sin dolor

y sobresaltos viejos.


Mi silencio tiene un corazón

que hace falta para verte,

que rehusa morir

en el remordimiento de una noche.


Mi silencio roba palabras

entre cosas mortales,

es cursi como una mariposa

que revolotea la hierba delirante

con la esperanza de vivir.


Se agita furioso

en el infinito de un cansancio

oculto en el esfuerzo de amarte.


Siempre te ha amado,

desmantelando el origen 

de la mismísima poesía.


Hasta la última brisa de amor

y su silencio,

en un poema que nunca será escrito.


Porque es un capricho de la mente

y sus juegos,

y la imaginación de su creación.



Maquinista.


miércoles, 20 de abril de 2022

Lo que fuí

 



Lo que fuí

un holocausto en perfección,

una nostalgia infinita

o un tinte para cabello barato.


Lo que fuí

una constelación brillante

un abrazo que sabe a mucho,

un beso que no se olvida 

aún por ser tan remoto.


Lo que fuí

el que es muy seguro

una noche en primavera,

un horizonte sin la fiera.


Lo que fuí

un meñique zarandeado

un poeta profano,

al final tal vez un feliz marciano.


Lo que fuí

historias tristes,

que a estas alturas 

ya no recuerdo el pasado.


todo es relativo

porque todo está olvidado.


Lo que fuí

tal vez acabe en un recuerdo,

un mítico alarido 

de un fuerte puñado.


Lo que sí estoy seguro

es que no existe el dolor,

el dolor es secundario.


Cuándo se tiene amor, 

siempre se vive enamorado.



Mute.




domingo, 17 de abril de 2022

El amor es de dos




 Ausentes,

la luz se cuelga en una rendija

con tanta facilidad que parece sencillo.


Y lo es.


Claroscuros,

tapamos todas las rendijas

para que no salga la luz.


No lo logramos.


Que alivio

el saber que somos 

presentes.


No es fácil ser tiro al blanco

tragar sapos,

hasta que se sacie el odio

que ni siquiera es odio.


Solo irá incontrolable,

esa que golpea y sabe a fuego.


Es más fácil gritar a quien sabes 

que no te va a dinamitar el puente.


De todas maneras pierdes,

está implícita la derrota

en el poder de la humillación.


Poder,

amas el poder maltratador

de sentirse poderoso.


Mejor come un chocolate

y date un abrazo

que sentir que no mereces atención.


Sabotaje,

solo basta con poner

pequeños pedazos de madera 

en las ruedas para salir del fango.


Peso no lo haces.


No estaré para siempre,

las palomas en esta primavera

no regresaron.


Ninguna que nació en la azotea,

ya no hay nido,

tampoco poyuelos 

que tapen las coladeras 

cuando lleguen las lluvias.


Nada es eterno,

no todo se resuelve,

no puedo con todo.


La soledad es cruel 

cuando a la lógica

le falta compartir un poco de empatía.


Ausentes,

nunca estuvimos ausentes,

tampoco nunca estuviste sin nadie.


Fuimos nosotros,

siempre fuimos nosotros los que amamos,

los que te aman.


El amor es de dos.


Mute.



sábado, 16 de abril de 2022

Aprendiendo a amar.

 



Mi tiempo respira,

el aire mira con esperanza

de no envejecer.


Pero falla.


Ondulado los sonidos

que son ruido,

siempre encuentra

el rincón perfecto para huir.


Eterno es lo de siempre,

envidiando el dolor 

de encontrarse despierto.


Mirando a la luna de abril,

tan grande, tan distinta,

tan anaranjada, tan intangible.


Son largos los segundos,

que siento que caen sin perdón.


Y el mundo girando,

hambriento, sangrando.


La mirada es invisible

cuando no puedes ver los labios 

pronunciar el nombre de Dios.


Voces delgadas, 

sin sueños, sin sacrificio.


Quién los rescata 

si no es el hijo de Dios.


Doblo mis palabras

testigos del crimen,

mi pulso ha perdido

el laberinto de la avaricia.


Ruego por ti,

dónde la sombra es más dura 

y clara es la esperanza.


Ven conmigo, respira la paz,

olvida el orgullo y sus argucias.


Los hombres no conocen 

el secreto sencillo

rosa herida,

despejada de un lamento nocturno.


El mar refleja la luna del cielo,

mi pensamiento tiene una pregunta lúdica.


La deriva es desgarradora 

con los murmullos flotantes,

olvida a la muerte que no viene conmigo.


He aprendido a amar

me gusta mucho,

amar es escuchar sobre tu pecho,

sin cólera, sin remordimientos.


Sin heridas, con resurrección,

cierra los ojos 

sin la soberbia diabólica.


El miedo es ser un cuerpo vacío,

amar es una pregunta luminosa.


Escucha tu cuerpo,

también ha sufrido en las tinieblas.


En vano amenazas a la muerte,

es más grande ser testigo 

de la existencia de Dios.



Mute.




viernes, 15 de abril de 2022

Contemplado el viento

 


Alguna vez recogí la prisa,

sentí que era mi deber

surcar con el tintero

los gritos sutiles de una centuria.


No supe el momento preciso

así que olvidé mirar al cielo,

caminé y caminé

sin enterrar la ceniza 

de todos los muertos.


Brotaron las flores

los versos sin tiempo,

reí y reí amando en todo momento.


Para mí, Dios nunca fue de piedra,

supe con él que el dolor 

no hace la más mínima mella.


Hoy sé que el mundo está enfermo,

se hunde fúnebre sin remordimiento.


Hoy la tristeza es el horizonte,

llora por el amor incumplido

con nostalgia agota,

murmura un suplido.


La tierra está perdiendo 

el alma en un caos,

intentó robarse una mirada

con la esperanza que no sea 

de un último suspiro.


El viento quiere oir cantar

ha traído abejas y hojas que vuelan.


El frágil aroma de un naranjo que huele

con la esperanza 

de poder verla a sus ojos.


Alguna vez soñé

con las nubes derrumbando el trueno,

si te hubiera tenido tan cerca de mí.


Pétalos de flor

los árboles tejen fragmentos de noche,

algunas veces logran amar

el jardín reverdece,


No han quedado 

muchas cosas que vencer,

roble viejo

los tallos son dulces

cuando escuchan tu voz.


Alguna vez aspiré

que con el pensamiento sería suficiente.


Mis deseos se hicieron estrellas,

mis manos trazaron palabras

que nunca agotaron las penas.


No supieron dominar el odio 

para vencerlo,

fueron los nombres

y el tiempo que enferma.


Lagrimas de padre

el hilo de mis tristezas,

aquí estoy escribiendo 

un recuerdo venciendo.


Alguna vez no tuve prisa,

como un gorrión, 

volé valiente

cantando sin miedo,

amando la vida.


Los versos ya no necesitan

un juglar que los vayan narrando,

vuelan libres,

musa de un suspiro robado.


Los versos se están muriendo,

nada puedo hacer para evitarlo.


Se han escrito solos

en un poema que amó 

su propia voz.


Viejo León

contemplas el viento.


martes, 5 de abril de 2022

El amor nunca falla

 



He volado,

he huido,

y aún así las flores de un volcán 

sobreviven intactas.


No puedo perderme de nuevo

en cada grito 

que desborda a la primavera.


Hoy busco la gracia

en la única prenda que me dejaste.


Un zumbido en el crepúsculo,

un remanso inmortal 

en lo alto de esa montaña.


El amor es inestable

lo sé,

como el núcleo de un átomo 

que perezoso sobresalta.


Fuiste fulgor en unos lirios 

que impetuosos 

sumergían mi esperanza.


Aún así fuiste un girasol 

que enloquecía 

con la música al fluir.


Nunca más con la ansiedad 

que temblorosa,

en el filo de una navaja se balanceaba.


Hoy tus ojos están sueltos

hacen volar los sueños.


Y pensar que fui fan 

de la miseria humana,

esparciendo las palabras en un olvido.


Nombrar el silencio

sin apretar los dientes,

no importa.


El amor nunca falla.


Mute.


domingo, 3 de abril de 2022

Voces de Guerra

 


El silencio arde

cuando no puedes escribir

un poema de felicidad.


Cómo una quimioterapia

en el umbral de una lágrima final.


Duele el odio de una tristeza,

las palabras amargas 

que se esconden en un quisiera.


Mis labios son una tumba

de flores que surcan la escoria 

de una guerra oscura.


En dónde escondo

el secreto de la noche,

cargo mi ataúd con las miradas traspasando mi vergüenza.


Tus brazos son una víctima

del tiempo ahogándose en anhelos.


Tiembla la alegría 

implorando un huerto

que se emociona 

porque llegará la primavera.


Cómo quisiera que la lluvia 

lavara el polvo,

sin arrancar el instante

lleno de misericordia.


El silencio grita,

entre sollozos riñen mis oídos

implorando justicia.


No llegará,

suenan las voces de guerra.


Mute.


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Vivir para siempre

  A ninguna parte, nunca tuve tiempo para que las lágrimas llenaran el cielo. Confieso que se fue la vida en una pincelada de gaviotas y cie...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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