En la ciénaga oscura el niño miró
no encontró a la noche
tampoco estrellas que suspiran en su brillo
era una mirada triste y confusa.
Mirada abatida por la pesadumbre
de ver a un padre inmóvil
sobre las plantas frías de un maleficio,
gritó auxilio con la certeza que nadie te escucha.
Inamovible mirada de un infante inocente
que en el desierto quiso robar a la sombra
un espejismo que se asoma
en la ilusión de poder recobrar la vida de nuevo.
Quisieron ayudarte
humanos que sabían tu nombre,
tierra sorda y dormida
que quiere vender tu sueño dejando cenizas.
Delincuente migrante
que no ha visto más de diez primaveras
como te atreves a tiritas unos sueños
solo la tumba es la bodega de unos muertos.
En donde estarás con tantas grietas de azufre
lágrimas sucias que escurren sin gotas,
hasta el coyote le duelen tus gritos de angustia
migrante que es niño en un viento del sur que no llega contigo.
Él Mute.
08/07/2019.
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El comentario que nutre. muchas gracias.