¿A donde vamos a ir?
es el viento quien mide a mis pasos extraviados
que no saben cómo distraer de su sombra
con esa brecha de pesadumbre y congoja.
¿A donde vamos a ir?
esos ojos no saben a dónde miran,
las palabras se conforman con llenar a un libro vacío
con pensamientos espías que inútilmente se espantan.
Sigo el rastro de mis pasos
buscan su camino que con los años se borra,
en una realidad tal vez inventada
en donde confundo mi nombre por no decir nada.
Tal vez me he arrepentido un poco
por no escuchar las quimeras
que inventaron mis días para evitar el vértigo
de un sentido vacío sin espacio y estrellas.
Qué importa el campo de batalla
si en el camino las nubes del cielo me hablan,
qué importa si los llanos de polvo son espirales
si en un instante alegre me danzas.
Llegará mi tiempo en que la tarde
se apresurara en guardar el horizonte de la mirada
descalzo caminaré por las piedras
soportando la tenue lluvia que a mi memoria le canta.
No quiero morir con los ojos abiertos
quiero parpadear hasta que las horas
se duerman un poco a ciegas de tanto mantenerse despiertas
por leer mis tristes poemas.
¿A donde vamos a ir?
quisiera vivir en la penumbra con la certeza incierta,
tender mis manos hasta sentir tu respiración expuesta
recordar a todas mis caricias negadas pero ciertas.
Quisiera poder sentir tus sueños alegres
hasta que la marea baja me corteje
quiere llevarme con ella en ese idilio de amor sin fronteras
quiero poder amarla y amarme completa con ella.
Poesía
Miguel Adame Vázquez.
El Mute
15/03/2018.
