domingo, 8 de agosto de 2021

El veneno del miedo.

 



La primavera tenía mi esperanza,

llegó el invierno con su desesperación

y a la primera oportunidad lo congeló todo.


Así que tomé un poco de nieve

era perfecta,

aunque perdí calor y sentí el frío.


En el frío tuve la oportunidad

de generar un recuerdo,

tu recuerdo.


Quise adaptarme a el frío

pero morí deseando vivir,

el frío no fue el culpable de todo.


La pandemia ha sacado 

lo mejor y lo peor de mí,

el veneno del miedo.


La muerte no me destruye,

lo hace un amanecer 

sin opción al futuro.


Tengo la libertad 

de hacerlo todo 

o no hacer nada.


Esa es la locura, 

el centro de mi fuerza y coraje

encontrarme a mí mismo y vivir.


Sin culpa y remordimiento,

con mis fracasos rotos

y mis esperanzas.


Arrancando 

a la última oportunidad

un corazón con amor.


Respirando a cada segundo,

sabiendo que la derrota y la victoria 

saben mejor cuando se comparten.


Mí camino es infinito

y a la vez muy corto,

depende de cómo quiera vivirlo.


Con la esperanza en la primavera

y estar contento con un copo de nieve,

sentir frío y calor a la vez es perfecto.



Maquinista Mute.



miércoles, 4 de agosto de 2021

Un día a la vez

 




El frío despierta temeroso

a el monstruo

que consume a la noche.


No hay destierro

en la lámpara ausente,

tampoco alegría que guarde a la flama.


Jubilosa la maldición

interrogante florece,

de día agobia sin ninguna acogida.


Desgarrando el silencio

que en ascenso

saborea su propia caída.


Mis gritos se esconden

en tus labios sin saberlo,

hasta que el gemido calla a sus sueños.


La mirada invoca al instante,

es sabia la vida

que no se guarda sus daños.


Huyó sin dudas el odio,

rencores ajenos

que secretos suicidan.


Escasos trofeos

voy recogiendo,

no cualquiera calibra su propio deseo.


Así que en una sonrisa

me aferro a la vida,

andando en el tiempo con poca saliva.


El crimen no tuvo amor

fue indiferente,

que importa la muerte si tienes la vida.


Mis ojos escriben

dormidos sus voces,

despierta con besos al aire que queda.


Herido de amor

cansado y dormido,

le doy un mordisco a la luna y tú conmigo.


Hasta que las penas brillen

en un acto de amor,

seré un anhelo en la vida.


Un día a la vez murmura el alba,

si hubiese poesía

la obsesión sería pura risa.


Mañana caminaremos de nuevo,

el tiempo es huraño

esboza sonrisas.


Maquinista Mute.


Para aquellos que pierden la esperanza,

ánimo, despertará la sonrisa.


 









martes, 3 de agosto de 2021

Dos de agosto




 Sombras, miedo,

el tiempo es tan distante

en un dos de agosto.


Padre,

el silencio tiene un color

que sabe a viejo.


El llanto nos agarra llorando

años,

ya son once años.


Ahogando el espacio sin lamentos,

tus hijos

sobreviven al recuerdo de tus ojos.


La muerte

tiene una esperanza

que no sabe amar.


La hierba crece

sobre la tumba,

el río es una piedra con sabor a cáncer.


Ayer nos aferramos

a el frío rezagado por el viento,

sin decirlo, estamos esperando.


Padre

soy el sueño en la conciencia,

tal vez por eso nunca quiero dormir.


Las horas y los años

tienen su espanto,

boca vacía en un corazón desierto.


Mi pecho 

tiene un secreto olvidado,

Es lento porque lleva prisa.


Cenizas,

viejo mío

yo tambien ya estoy viejo.


El frío aprendió a quererte,

aunque aún tengo un pretexto

para abrazarte con mi tristeza.


Me acostumbré a llevarte con lo mismo,

con mi fortaleza

porque soy tu hijo y es lo que cuenta.


Padre

ya no me aflijo,

solo recuerdo que soy tu hijo.


La noche ya tiene tus canas,

eras abuelo

tu amor nunca fue una muralla.


Negro

también me gustan las flores,

si vieras los frutos también los tomabas.


Extraño las olas

de aquella playa,

esa que tú querías en su madrugada.


Amanecer en la arena,

con la alegría 

tan descalza.


Padre,

el tiempo es tan distante

en un dos de agosto que tanto se extraña.



Maquinista Mute.



jueves, 29 de julio de 2021

El infinito tiene hambre de ti

 




Aún no logro sacar de mis entrañas 

tu corazón,

voy difuso, insoluble.


Vivo ahogado en un estanque sin propósito,

capoteando tormentas

llamando a la madrugada en la deriva.


Sonámbulo,

imaginando el silencio

absorto en la abstinencia inestable.


Dibujando tu aroma renuente,

regresando vacío en el amanecer 

de una esperanza que golpetea.


Mi corazón 

es una catástrofe olvidada,

una brecha oscura que no se detiene.


Un rastro inesperado

en su última cosecha,

un disimulo en su soledad tan estrecha.


Quietud

tengo miedo de tanta penumbra,

de los oídos que no distinguen un silbido.


De los vientos nocturnos

que pude haber sentido

en la prisión de un dormitorio.


Esconde la luz a las estrellas,

hasta que la tierra raspe el fastidio

y diga tu nombre.


Eres clandestina

como un alambique escondido,

fidelidad en el impulso 

que surca mi espacio.


Retumban mis manos

papalotean como la sonrisa de un jovencito,

desgastando el risco tan protuberante.


Siento tu lecho percatandose

de lo invisible que es la vida

sin ti.


Ahí me quedaré

contando historias

hasta el final de los tiempos.


Repitiendo la tortura

de un perfume de jacintos,

sintiendo vergüenza de un amor tan obediente.


Aún no logro sacar de mis entrañas tu corazón,

voy ahogándome

en un cielo tan melancólico.


Poeta de vaticinios tan amorosos,

escucha mi esperanza

el infinito tiene hambre de ti.



Maquinista.


https://youtu.be/op6SML-MwUI


martes, 20 de julio de 2021

Nunca más hoy





 Infamia, 

sosiego,

socavón de migajas.


A veces la lluvia deslava todo,

inevitable es el escondrijo

de un futuro incierto.


Deseo cubrirte

de pequeños tatuajes,

inmutables de nuevas palabras.


El suspenso está absorto

de tantas serpientes y fauna,

mis manos tienen flores,

enigmas. 


Incendia lo perdido,

ausencias,

el brillo es criminal

cuando guarda su pasado.


Otra noche que se acaba sin temor,

reducirla a ámbar,

hasta que el amor sea inmediato.


Irresistible,

hasta que el crepúsculo desdoble 

los lugares solitarios de su naturaleza.


Hasta que la resistencia sea repentina,

y la tristeza sea una veleta 

que escriba tu nombre.


Hasta que el vacío pierde lo invicto

y se arroje invulnerable

en la impávida melodía

de una sombra traslúcida.


No me prometas que puedo verte

la tierra te espera en su comarca,

en el agua que desliza a las ruinas.


En la herida reciente, 

perdurable,

en el viento que tiene miedo,

yo no lo tengo.


Nunca más hoy.


Maquinista Mute.



viernes, 16 de julio de 2021

A veces




 A veces quisiera desaparecer,

ser arena valiente

que se escabulle 

por las grietas de las piedras

que nada sienten.


A veces quisiera ser 

un pétalo de flor 

que brilla en las espinas de una ilusión 

y poder quererme.


A veces soy las dos cosas,

una aurora que se enciende en el verano,

una noche que se funde oscura 

muriéndose en los cielos tan lejanos.


A veces pierdo el otoño

en el cielo y sus relámpagos,

entre el recuento de un corazón 

que ya no es adolescente.


A veces soy esos ojos 

que ignoran la mentira,

que alimenta a la melancolía

de una manera lluviosa.


A veces soy cigarra, 

libélula azul que inquieta 

vuela hasta la luz,

luciérnaga que alumbra las palabras.


A veces quisiera desaparecer

o brillar de risa

en la delicia de un instante

y sus caricias.


A veces, 

soy las dos cosas.


Maquinista Mute.




jueves, 15 de julio de 2021

Cincuenta Soles en primavera.

 




La memoria tiene un rostro de piedra

migrañas impacientes

que duermen a mis muertos,

tan solo son sueños.


Resisto irreductible

en las colinas de un observatorio,

defendiendo mi silencio

ante tanto celo.


Mi jardín es un pétalo de aromas

que refresca mi aflicción,

es una esperanza

que no castiga a la noche.


Mis versos cantan

con mis ancestros

y su corazón de ámbar.


Cuidando la dulzura

de un atardecer quisquilloso

por la lírica de mi propia boca.


Qué ruge el canto

y se estremece,

mujer de ojos profundos.


La vida es cómplice

de todo el tiempo que esconde,

de esos besos robados

en lo efímero de la materia.


¿Quién es el ombligo del mundo?

no lo sé,

mis venas han surcado el relámpago

y su felicidad.


Danzas dichosas

sin la soberbia que se hace añeja,

la Luna está perdida

encuentra esa estrella por mí.


La memoria murmura en Julio

escucharé a sus años,

cincuenta soles en primavera.



Maquinista Mute. 


https://youtu.be/JbociQMwaN8




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El viento trajo un hito de luz. 🌹✨

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Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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